𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌

40. Despedida

Nova asintió mientras esperaba a que Snape saliera con Blaise. Cuando escuchó que la puerta se cerraba, dejando solo a Nova y Draco, dio unos pasos hacia él y con suavidad entrelazó su mano con la de Draco.

—¿Qué verdad? —preguntó Draco, sus ojos buscando los de Nova

Nova tomó un respiro profundo, sintiendo la gravedad del momento.

—Recuerdas que te prometí que nunca te mentiría, ¿verdad? —Draco asintió, su mirada fija en la suya—. Bueno, te diré la verdad cuando esté completamente lista para hacerlo. Snape fue muy directo, y necesito tiempo para procesar todo.

Draco contempló sus palabras mientras mantenía la mirada de Nova. Comprendía que ella tenía sus razones para no revelar todo en ese momento. Suspiró y acarició la mano de Nova con el pulgar.

—Tal vez Snape cree que este es el mejor momento —sugirió Draco con empatía. Nova asintió, agradecida por su comprensión.

Nova agradeció la comprensión de Draco y apretó su mano con cariño.

—Solo quiero asegurarme de que estés bien y de que nada grave haya sucedido —dijo con sinceridad—. Te diré la verdad hoy, te lo prometo, pero no en este momento.

Draco asintió con seriedad, su mirada se encontró con la de Nova, y en esos ojos, él vio una honestidad que nunca le fallaba. Sabía que podía confiar en ella por completo, y en ese momento, supo que era hora de revelar la verdad detrás de su plan. Nova se mantuvo cerca de él, sus manos entrelazadas como un lazo inquebrantable que los unía. Mientras él se preparaba para compartir su secreto más oscuro, Nova permaneció vigilante, consciente de que la profecía que definiría su futuro estaba a punto de ser revelada. Ella sabía que Voldemort no se detendría ante nada para encontrarla.

A medida que la noche caía, y las sombras de la oscuridad comenzaban a envolver la habitación, Nova tomó asiento frente a Draco. Antes de comenzar a hablar, suspiró profundamente

—Draco, la profecía de la que alguna vez te mencioné habla directamente de mí —confesó Nova con un suspiro, sintiendo el peso de sus palabras,— Harry es el Elegido destinado a destruir a Voldemort, pero yo... —se detuvo, incapaz de articular la verdad por completo.

—¿Tú qué, Nova? —preguntó Draco, su voz temblorosa por la preocupación que sentía.

Nova miró hacia abajo, su mirada fija en el suelo como si buscara respuestas en las baldosas. Finalmente, continuó con una voz llena de angustia.

—Todo apunta a que, si Voldemort muere, seré yo quien lidere la oscuridad —confesó Nova en voz baja, como si temiera pronunciar esas palabras en voz alta,— Snape me ha revelado todo lo que sabe, Dumbledore también tenía conocimiento de ciertas cosas, pero no creyó que yo... me convertiría en... un monstruo.

Draco sintió un nudo en la garganta mientras escuchaba las palabras de Nova. La idea de que ella estuviera destinada a seguir un camino oscuro era insoportable para él.

—No, Nova, eso no es posible —respondió con determinación, sus ojos fijos en los de ella.

—Mientras tú me protegías de Voldemort, yo estaba tratando de protegerte a ti y a los demás de mí misma —confesó Nova con sinceridad y una profunda tristeza en sus ojos,— Tal vez he manipulado a más personas de lo que puedo recordar, no lo sé... —finalmente, levantó la mirada hacia Draco,— Llegará un momento en que no pueda controlarme, y no quiero hacerte daño a ti ni a nadie más.

Draco la miró con una mezcla de dolor.

—Eso nunca sucederá, Nova. Ni tú ni yo permitiremos que algo así ocurra —aseguró con convicción..