29. Entre paredes

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Se encaminó hacia la sala común de Slytherin y se sentó, esperando a que Draco entrara o saliera.

Finalmente, Draco apareció en el umbral de la puerta que conducía a las mazmorras. Sus ojos se posaron directamente en Nova, quien estaba sentada en el suelo, con la capucha de su túnica cubriendo su rostro, pero algunos mechones de cabello rojizo escapaban de su escondite.

—¿Piensas quedarte ahí para siempre? —bromeó Draco.

Nova alzó la vista hacia él, sus ojos verdes brillando con una mezcla de alivio y emoción al verlo.

—Si te tardabas mucho más, podría considerarlo —respondió Nova con una sonrisa que iluminó su rostro.

Draco se acercó a ella, consciente de la necesidad de privacidad en ese momento. Él sabia que la sala común estaba bastante concurrida y no era el lugar adecuado para hablar de asuntos personales.

—No podemos quedarnos aquí, hoy hay mucha gente en la sala —explicó Draco con voz suave,— ¿Te importaría si vamos a mi habitación?

Nova nego. Ambos sabían que necesitaban hablar, y Draco quería asegurarse de que Nova se sintiera cómoda y protegida en ese espacio.

Cuando llegaron a la habitación de Draco, este encendió algunas velas con un simple movimiento de su varita. La luz titilante llenó la habitación, proyectando sombras suaves en las paredes de piedra. Era un lugar tranquilo y acogedor, un refugio del ajetreo y el bullicio del mundo exterior.

Nova se dirigió hacia la cama de Draco y, con cuidado, se quitó la túnica que llevaba puesta, dejándola en una silla cercana al escritorio de Draco.

—¿Has estado estudiando Oclumancia? —preguntó Nova, observando los pergaminos y libros dispersos en el escritorio de Draco.

—Sí, un poco —respondió Draco mientras se acercaba a ella y la abrazaba desde atrás, rodeándola con sus brazos.— Pero eso puede esperar. ¿Te parece si descansamos un poco?

Draco no deseaba simplemente descansar; anhelaba que Nova se apartara del escritorio. Había olvidado meter los pergaminos que contenían todo su trabajo de las vacaciones pasadas. Nova asintió, mostrando su disposición a dirigirse a la cama, pero se detuvo cuando Draco se acercó a ella, sintiendo que había algo más en su mente.

—¿Hay algo que quieras hablar, Draco? —preguntó Nova, preocupada por la seriedad en su rostro.

Draco la miró fijamente por un momento antes de hablar, eligiendo sus palabras con cuidado.

—Nov, creo que necesitamos hablar sobre nuestra relación —dijo con voz tranquila pero cargada de significado.

Draco había decidido alejarse de Nova antes de que fuera demasiado tarde. Las noches se habían vuelto un tormento, llenas de pensamientos sobre si tomar la decisión correcta al terminar con su relación. Nova, frente a él, esperaba ansiosa una respuesta que él temía dar.

—Draco —susurró, su voz apenas audible pero llena de anhelo,— Dime, ¿acaso estás pensando en terminar conmigo?

El corazón de Draco se aceleró ante la pregunta directa de Nova. No podía mirarla a los ojos en ese momento, así que bajó la mirada hacia su cabello que se derramaba sobre su hombro. Sabía que no podía ocultar sus sentimientos por mucho más tiempo.

—No, jamás —murmuró finalmente, una confesión silenciosa de que no podía dejarla, incluso si eso significaba enfrentar sus castigos.

Nova, decidida, dio un paso hacia él, acortando la distancia que los separaba. Sin previo aviso, apoyó su cabeza en el pecho de Draco, sintiendo el latido de su corazón bajo su oído. Sus mejillas se tiñeron de un color carmesí mientras, con voz temblorosa, confesaba lo que había estado guardando en su corazón.

𝐍𝐨𝐯𝐚 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 | 𝐃𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora