Alicebri Black: Efímero

[066]- visita de Kreacher✨

El tiempo había pasado muy rápido, así lo percibía Alicebri desde que la fecha de la última prueba del torneo se veía cada vez más cercana en su calendario. Sentía que mayo había sido tan solo un pestañeo. Estar en junio le causaba mucha ansiedad, ya que eso significaba solo una cosa, contaba con 23 días para planear cómo impediría el trágico final del torneo de los magos.

No crean que estos últimos meses ha olvidado ello, de hecho, desde antes de empezar el año escolar ya estaba atormentado su cabeza el triste suceso que en cualquier momento llegaría si no lo impedía antes.

Tenia tanto miedo.

Intentaba centrarse en disfrutar al máximo de estos días de primavera, pero el pensamiento de que tal vez podrían ser los últimos a su labio realidad le atemorizaba.

¿Conocen aquel dicho "nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"? Pues Alicebri era de ese tipo de personas que siempre temía perder a la gente que ama, eso pudimos verlo claramente en la forma de su Boggart hace un año.

Se preguntaba constantemente si es que todos sus esfuerzos estos meses estaban sembrando frutos, digo, por algo ha estado tan ansiosa cada que una nueva prueba del torneo se acerca.

Dentro de todas las cosas en su mente, había algo  en especial que realmente le molestaba. Cada que quería hablar con Dumbledore, éste no estaba en su oficina o tenia algo importante que hacer. Ya a este punto estaba comenzando a pensar que el adulto no era solamente impredecible. No le gustaba pensar mal de la gente, pero algo en su interior le hacia creer que esto no se trataba de simples coincidencias, probablemente estaba evitando a la chica, ya que sabia que ella le hablaría sobre el torneo y aquel mal presentimiento que había comunicado el día que se anunció éste.

¿Por qué mencionó esto de la nada? Pues ahora mismo, Alicebri yacía bajando vagamente las escaleras que guiaban a la oficina vacía del director. Había ido a verlo por cuarta vez en la semana, y eso que hoy era jueves.

Jueves 1 de junio.

Suspiro pesadamente.

¿Por qué se le estaba siendo tan difícil poder hablar con el director?

Realmente le frustraba no poder tener siquiera un momento para compartirle su inquietud, ¿no que Hogwarts era un lugar seguro donde sea quién sea podía recibir ayuda cuando la desee?

Suspiro pesadamente otra vez.

No era ni siquiera mediodía y ya estaba con baja energía.

Tenía pociones en unos minutos más, no tenía ánimos de entrar a clases. Así de desanimada no podría soportar ni un segundo aquel molesto tono de voz que el profesor Snape tenia, menos sabiendo que probablemente discutiría con el y terminaría quitándole puntos a su casa por su mal temperamento en esos momentos. Por lo cual, por el bien del puntaje de los Gryffindor, decidió faltar a clases y en su lugar se encaminó directo a su sala común.

— Deberías estar en clases.— Dijo una voz tras ella.

Y Alicebri obviamente se sobresalto.

La risa de George no tardo en aparecer, mientras que ella dio la vuelta para encararlo.

— ¿Sabes que puedes causarle un paro cardiaco a alguien? — Cruzo sus brazos y frunció el ceño, como si lo estuviese regañando.

— ¿Paro cardíaco? ¿Así de asustadiza eres? — Preguntó divertido, mientras se agachaba levemente para quedar a su altura y cruzaba sus brazos imitándola.— ¿Sabes que deberías estar en clase? — Claro, su voz también lo hizo.

— Que chistoso.— Comentó ella, con algo de sarcasmo y actuando como si estuviese falsamente molesta.

En eso llegó sigilosamente Fred, quien salía del baño y se puso a un lado de ambos, imitando la pose de su hermano gemelo.