Alicebri Black: Efímero

[050]- el secreto del huevo✨

Ya era uno de enero, el primer día del año 1995.

La velada de la noche anterior fue sumamente placentera, más aun con la sorpresa de que Dumbledore le hizo a los estudiantes al traer como invitados a sus familias.

Pero bueno, la celebración ya había acabado y ahora mismo no quedaba mas que iniciar el nuevo año.

Muchos estudiantes decidieron ir de visita a Hogsmeade, lugar donde como ya sabemos hay muchos panoramas donde disfrutar.

Alicebri por una parte había optado por pasar un rico almuerzo y luego cena con sus padres en las tres escobas, lugar donde compartieron hasta que llego el momento en el que los mayores tuvieran que partir para ir a un nuevo juicio del padre animago.

-¿ estas segura de que no quieres que te llevemos a Hogwarts?- preguntó Remus.

- si, vayan tranquilos.- respondió ella amable.

- vamos Moony, ¿no ves que tal vez tenga una cita con Cedric y le da vergüenza que nos vea aquí cuando llegue?- hablo Sirius pasando su brazo al rededor del hombro de su esposo.

Alicebri inmediatamente recordó lo ocurrido con Cedric y sin pensarlo tapo su rostro al sentirlo tan caliente.

- no es eso papá.- soltó ella avergonzada.

- ¿ah si? - preguntó burlón. - no deberías sentirte apenada, después de todo son novios y eso es lo que hacen.

Alicebri había olvidado que sus padres aun creían que Cedric seguía siendo su novio, aunque en parte lo agradecía ya que sino lo de ayer hubiese sido más incomodo de lo que fue.

Lo de ayer...

Nuevamente recuerdos de lo ocurrido vinieron a su mente. El tacto del Hufflepuff en su cuerpo, la manera en que cada parte de su interior estuviese cegada por la lujuria.

Negó rápidamente al caer en cuenta de lo que pensaba.

-¿hija?- preguntó Remus preocupado.

- ¡Ay! ¿vieron el reloj? ¡Quedan diez minutos para que el juicio inicie! Me parece que ya deberían partir si es que no quieren llegar tarde.- dijo ella bastante nerviosa.

-¿estas bien?- preguntó otra vez su padre licántropo.

- perfecta, solo espero que todo salga bien.- respondió ella poniéndose de pie para abrazarlos a ambos en despedida.- tengan buen viaje.

- ¿ pequeña..

- la niña tiene razon.- interrumpió el duende Redolf apartando a la familia con magia para luego tomar a los mayores de sus prendas y decir.- adiós.

Sin si quiera dejar que los señores Black-Lupin se despidieran los transporto a donde Alicebri creía el ministerio de magia.

Ella suspiro.

Debió parecer una tonta ante lo nerviosa que estaba.

Y de pronto un pensamiento cruzo por su mente.

¿Cedric creerá que esta molesta con el?

Digo, lo había evitado torpemente ante la vergüenza.

Torpemente porque se lo había encontrado camino a la salida del castillo y ante el pánico se convirtió en un conejo y escapo.

- ¿por que soy tan weona? - se dijo a si misma mientras tapaba su rostro.

Realmente detestaba ser tan vergonzosa.

Al pasar los segundo lentamente fue retirando sus manos del rostro, encontrándose a primera vista con Theodore Nott.

Su curiosidad se disparo al verlo completamente solo en aquella mesa a un rincón del establecimiento. No es como si le importara o algo por el estilo, pero parecía estar deprimido.