[007]- señor Diggory.✨

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– ¡Arthur! Que bueno que llegaron, lo esperábamos ansiosos. — dijo un hombre a la distancia.

Era un hombre alto, unos años más grande que Remus y bajo el punto de vista de Alicebri, tenía cierto parecido con su novio Cedric.

– Lo siento Amos, tuvimos un pequeño retraso al despertar a un par de dormilones. — bromeó el padre Weasley mientras miraba hacia Ron y Harry. — ¿Tilly no vendrá? — preguntó al no ver a la esposa del señor.

– está algo enferma, se ha quedado en casa con su madre para descansar.— dijo haciendo una expresión algo triste.— Cedric quería quedarse con ella, pero ella insistió en que viniéramos. Pero, bueno, yo apoye su postura. No nos podíamos perder los Mundiales de quidditch ni por un saco de galeones, que es lo que nos han costado las entradas, más o menos. Aunque, en fin, no me ha salido tan caro como a otros.— Amos Diggory observo a los hijos del señor Weasley, Harry, Hermione y Alicebri. A esta última la observo con asombro y una sonrisa inconscientemente se adueñó de su rostro.—¿Son todos tuyos, Arthur?

—No, sólo los pelirrojos —aclaró el señor Weasley, señalando a sus hijos. Seguido miró a sus gemelos y con un gesto ordenó a que los pelirrojos dejaran en tierra firme a la castaña.

Al instante que esto ocurrió, ella estiró sus piernas y arregló un tanto su ropa, para luego caminar hacia Harry mirando con el ceño fruncido a los gemelos quienes sonrieron burlones.

– estos dos son míos. — dijo Remus apareciendo tras Harry y Alicebri, junto a un perro negro en brazos.— perdón por atrasarme, nuestro querido canuto se quedó persiguiendo a un conejo.

El perro solo sacó su lengua y movió su cola de un lado a otro al estar en tierra firme.

–creo que ya conoces a Remus Lupin. — indico Arthur Weasley.

El señor asintió con una sonrisa.

– un gustó verte Amos. — dijo este tomando la mano que había extendido el mayor. — ella es mi hija Alicebri y el es mi otro retoño Harry.

– ¡Por Merlín! Que emoción al fin conocer a la tan nombrada Alicebri, mi esposa e hijo hablan maravillas de ti pequeña. — dijo mientras tomaba amablemente la mano de la niña. — eres tan hermosa como te describieron, es un honor ver a la dueña del corazón de mi querido niño.

Alicebri ruborizó ante las palabras del adulto y sonrió agradecida ante los múltiples halagos.

– muchas gracias Señor, el honor es mío. — dijo con una sonrisa encantadora.

En aquel instante Cedric cayó del cielo con una brillante sonrisa observando a su novia.

– buen día señorita. — saludo mientras la chica lo abrazaba y este correspondía gustoso.

– buen día Ced. — respondió ella mientras elevaba su cabeza mirando al mayor, el cual sonrió notablemente enamorado y bajo un tanto su rostro para juntar sus labios con los de su novia.

Fred disimuladamente apretó un tanto su puño ante la escena, algo que se le había hecho un hábito ante las interacciones de la pareja.

– tranquilo hermano.— susurró George mientras pasaba uno de sus brazos al rededor del hombro de este.— mira a Sirius.

Fred volteo su mirada hacia el perro y pudo observar como este se interponía en medio de la pareja, separándolos un tanto. Ambos pelirrojos sonrieron victoriosos ante aquello y pudieron observar como la Black miraba al can frunciendo un tanto su ceño.

Del mismo árbol que había caído Cédric, una chica cayó.

– Lunita. — dijo Alicebri corriendo hacia su amiga, para así abrazarla.

Alicebri Black: EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora