Alicebri Black: Efímero

[013]- té con los Diggory.✨

Habían pasado los días desde lo ocurrido y debido a los múltiples trámites que han tenido que realizar Harry y Remus al ser testigos principales de lo pasado no han sido días normales para la familia Black-Lupin-Potter.

Por lo cual los padres de Alicebri habían decidido que lo mejor para su hija sería ir un tiempo a casa de sus abuelos, quienes la recibieron con mucho cariño y amor. 

– entonces encontré a sliffers y a muchas criaturas más siendo aprisionado por un circo que era completamente corrupto, por lo cual al terminar el acto los libere a todos y Sliffers me siguió. — dijo su abuelo mientras acariciaba la panza del gran perro negro.

– eso es grandioso.— comento su nieta. — no sabe lo orgullosa que estoy de usted.

El abuelo sonrió ruborizado junto a su nieta, mientras una mujer emocionada ingresaba a la sala de estar.

–¡ Vayan a prepararse, iremos a casa de los Diggory! — exclamó moviendo sus manos.

– ¡Oh! Amos trabaja en el mismo departamento que yo, el de regulación y control de criaturas mágicas.— dijo Newt parándose del sofá. — iré a buscar unos libros que quería darle sobre criaturas nativas, ¡Le encantará!

El magizoologo ya se había espumado de la vista de ambas mujeres y se veía bastante emocionado.

A lo que el perro rápidamente se transformo, regresando a su forma humana con total confianza, porque aunque no lo hemos mencionado, los Scamander nunca desconfiaron de la inocencia del padre de su nieta, así que el día que este llegó a la casa de ellos en un hipogrifo, lo recibieron y escucharon con total amabilidad.

– ¡Hey! Princesa, ven aquí.— dijo el, sacando algo que escondía de su gran chaleco.

Era un pack de maquillaje de ojos y una pintura de labios color granate.

Alicebri la conocía a la perfección, era aquella que había observado la vez que fueron a comprar ropa al centro comercial de Londres.

–muchas gracias, papá. — dijo corriendo a abrazar a su progenitor.

–no me agradezcas mi amor, fue inevitable no comprarlas al ver como tus ojos brillaron al verlas.— respondió el. — ¿Te gustaría que pintara tus ojos? No es por presumir, pero...— su hija hizo una expresión cuestionando lo dicho. — bueno, si es por presumir, ¿ok? — la chica asintio con una sonrisa satisfecha. — a lo que iba, soy muy bueno haciéndolo.

– ¿ah si? — pregunto divertida y su padre asintió con obviedad. — me encantaría.— dijo la castaña, a lo que ambos se sentaron en uno de los sillones.

Tina observo todo el proceso con total ternura. La manera en que se conectaban padre e hija era sumamente hermosa, pero en su interior le daba tanta lástima saber que gran parte de la niñez de su nieta había sido arrebatada de su padre, quien demostraba ser uno muy bueno.

– ¡Lo encontré!— exclamó alguien a su lado. Era su esposo, lo sabía a la perfección.

– me alegra mucho cielo. — dijo ella dejando un beso en la mejilla de este.

Newt también se percató de la escena y sonrió con dulzura al ver como ambos reían.

– siempre pensé que Sirius sería un grandioso padre.— comento el abuelo.

–¡Papá!— grito su nieta entre risas.

Ahora mismo estaba siendo atacada por una serie de cosquillas de parte de su mayor.

– Alice también lo hizo, por eso los eligió a ellos.— dijo con una sonrisa al recordar a su hija.— por mientras iré a escribir una carta a Tilly para confirmar nuestra visita y llevaré un pie de los que preparaste hoy con Bri.