Primero, fuimos a la comisaría donde yo trabajaba. Tenía la esperanza de que mi jefe aún siguiera allí, ya que aún era relativamente pronto. Cualquiera con el que me crucé, aunue no hubierámos cruzado ni media palabra, me preguntaba que qué tal estaba. Yo ya no me acordaba ni de mi muñeca ni de mis costillas; cuando me acostara por la noche y todo el cansancio del día acudiera a mí, me acordaría, seguro.También se preguntaban todos quiénes serían aquel par de extraños y guapos chicos que me flanqueaban, uno a cada lado, a cada paso que daba. Aunque nadie objetó nada en voz alta, lo leía en sus caras.
Subimos los tres al despacho de Grant, y tuvimos la suerte de que estaba solo. Al principio, me preguntó qué hacíamos allí. A Nathan lo conocía del hospital, pero a Luke no. Éste se adelantó y se puso frente a él. Le miró fijamente a los ojos, y pude observar como sus pupilas se agrandaban, y a la vez las de Grant empequeñecían notablemente.
Entonces Luke le habló con voz convincente, le dijo que la búsqueda de Vicky y Tammy se había suspendido, y también la investigación de las muertes que habían tenido que ver con vampiros. Esto último no lo dijo, claro está.
-¿Qué te parece? -me preguntó Nathan, expectante. Parecía orgulloso de su amigo.
-Es . . .interesante -conseguí decir.
-Su don no funciona con vampiros. . . -continuó diciendo él.
-. . .de momento. Tú dale tiempo -intervino Luke. Al parecer ya había terminado con Grant, que se sentó de nuevo en su sillón.
-¿Ya está? -dije sorprendida.
-Compruébalo tú misma -me invitó Luke. Me acerqué a Grant, y este alzó la cabeza.
-¿Qué tal estás, Bennett? -me preguntó.
-Yo, bien. Gracias -le dije, y fui al grano-. Quería saber cómo va la investigación de Vicky y Tammy, las niñas desaparecidas.
-Oh, la investigación está archivada hasta que se encuentren nuevas pruebas. También lo están los asesinatos. ¿No os lo ha comunicado nadie?
Parecía tan convencido. Yo estaba perpleja.
-No, señor.
-Mañana lo solucionaré.
Tras esas palabras, yo me volví hacia aquel par de vampiros que me esperaban junto a la puerta.
-Podemos irnos -les dije, satisfecha. Luego me percaté de otra cosa-. ¿Recordará nuestra visita?
-La olvidará en cuanto cruzemos esta puerta -me contestó Luke. Asentí y nos fuimos de allí.
Ya en la calle, el móbil de Nathan empezó a sonar.
-Es Kate -comentó Nathan antes de descolgar.
Luke le cogió el teléfono, y antes de que Nathan pudiera protestar se lo puso a la oreja.
-Bueno bueno. . .Cuánto tiempo -fue su saludo-. El mismo. . . Vamos, soy consciente de que no puedes esperar para verme de nuevo, no disimules. . . No, en estos momentos Nate no está disponible; tendrás que apañarte conmigo, lo siento. . . Tienes razón, no lo siento -Nathan y yo pusimos los ojos en blanco-. Sí. . ., ajá. . . Vale, está bien. En una hora, sí. Nos vemos, amor -y colgó.
-¿Amor? -repetí, conteniéndome apenas la risa.
-¿Kate ha dejado que la llames amor? -se sorprendió Nathan, también riéndose. Luke se encogió de hombros.
-En realidad, no lo sé. Le he colgado antes de que pudiera contestar.
Eso nos hizo reír; y al imaginar la cara de Kate, aún más.
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La noche más oscura ©
VampireNueva York está sufriendo una oleada de asesinatos y misteriosas desapariciones. Chelsea Bennett, una de los mejores inspectores de la ciudad, se encargará de los casos, descubriendo cosas que nunca antes había imaginado que existieran: desde algo t...