El ascensor tardó una eternidad en llegar a la planta baja del edificio, y yo necesitaba salir de allí urgentemente. Me estaba ahogando.
Nathan no me quería. Mentira, sí que me quería. Pero no lo suficiente.
Lo suficiente como para querer estar conmigo para siempre. Y eso era horriblemente humillante, porque yo sí que estaba dispuesta a estar con él para siempre. No era eso; no estaba dispuesta, sinó que era lo que quería.
Cuando salí a la calle, ya estaba al borde de las lágrimas. Al borde, pero no todavía. Miré a mi alrededor, sin saber qué hacer o dónde ir, muy confusa, y finalmente decidí echar a andar, sin una dirección fija.
-Lo siento -la profunda voz de Nathan me sobresaltó cuando iba caminando por un tranquilo sendero de Central Park.
Yo me reí flojamente.
-¿Qué sientes, exactamente? ¿No quererme lo suficiente?
Nathan se paró de golpe. Yo me volví, con miedo de mirarle a la cara.
-¿Eso es lo que crees? ¿De verdad? -preguntó, estupefacto-. ¿Que no... te quiero?
Me encogí de hombros. Eso no era lo que yo había dicho, no exactamente, pero bueno.
-Llegados a este punto, sabía que eras estúpida por seguir aquí, pero no tanto -sentenció, serio.
-¿Perdón...? -comencé confusa. Nathan sacudió la cabeza, acortó la distancia que nos separaba, cogió mi rostro con las manos y me besó.
Fue un beso dulce, tranquilo; sin ninguna prisa. Y Nathan me lo dijo todo con él.
Además de encantarme, me hizo comprenderlo.
-Te quiero -me aseguró, acariciando mis mejillas, y yo tragué saliva-. Lo suficiente para pasar toda la vida contigo.
-Toda mi vida -especifiqué con un hilo de voz. Seguía teniendo ciertas ganas de llorar.
-¿No es bastante para ti? -me preguntó.
No.
-No estoy segura -dije en voz baja. Él bajó la mirada-. ¿Piensas mirarme igual cuando esté arrugada y mi pelo sea gris?
-¿Acaso piensas que no lo haré? -preguntó él a su vez-. Seguirás siendo tú.
-Pero al final, moriré -eso era un hecho, no me lo podía rebatir. Nathan cerró los ojos, luego los abrió y sonrió triste.
-Conseguiré cabrear a alguien lo suficiente como para que me mate y así seguirte.
Mi corazón se paró, y sentí que el aire dejaba de entrar en mis pulmones mientras mi cabeza procesaba aquello. ¿Había oído mal?
-¿Pero qué estás diciendo? -pregunté despacio, mientras me separaba de él. Sentí cómo una lágrima rodaba ardiendo por mi mejilla.
-¿Sigues pensando que no te quiero lo suficiente? -sus ojos verdes estaban tristes, pero firmes.
-No; ¡ahora pienso que no estás bien de la cabeza! -le grité. ¿Acaso no había insinuado que moriría cuando yo lo hiciera? ¿Qué había estado haciendo antes de conocerme? ¡Pues que hiciera lo mismo!
-Soy práctico -me contestó encogiéndose de hombros.
-Mira... -dije a duras penas, mientras me secaba la cara, aunque no servía de nada. Las lágrimas seguían cayendo en contra de mi voluntad-. Hablaremos de esto en otro momento, no puedo...
Nathan me abrazó en silencio. Me estrechó entre sus brazos, hasta que conseguí calmarme. Luego posó sus helados labios en mi frente.
-Kate ha contactado con tu madre. ¿Crees que podrás...? -me preguntó con cuidado un rato después. Sus ojos brillaban en la oscuridad como los de un felino.
Yo me separé un poco de él, sorbí por la nariz y asentí. Pero que no pensara que se me iba a olvidar lo que había dicho. ¿Cómo podía...?
-Vamos -le dije, cogiéndole de la mano.
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Hii :(
Siento que sea taaan corto el capitulo, pero seguramente hoy tambien subire el siguiente, que calculo yo no era muy largo..., pero en fin.
¿Cómo creéis que acabará esto? El final ya casi está aquí chicos :((
¿Terminará bien? ¿Tal como quiere Chelsea? ¿O no...?
Gracias por leer, por votar y por comentar
Daydreamer7799
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La noche más oscura ©
VampireNueva York está sufriendo una oleada de asesinatos y misteriosas desapariciones. Chelsea Bennett, una de los mejores inspectores de la ciudad, se encargará de los casos, descubriendo cosas que nunca antes había imaginado que existieran: desde algo t...