Capítulo 27 Concurso de cocina

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Dos horas de llovizna desde que los primeros rayos de luz nacieron de entre las espesas nubes. Una suerte para todos cuando estás pequeñas gotas de agua se disiparon. Cómo resultado, el ambiente cristalino por las gotas, el césped, pinos y las preciosas flores brillaban con la luz suave, asu vez, los arcoiris de distintos tamaños que se forman entre los cielos y árboles -un digno lugar para contemplar.
Apenas eran las 6:15 de la mañana y los concursantes yacían levantados, preparando su espíritu competitivo y su estabilidad mental para el concurso que tanto los estaba esperando. Todos excepto Jake... el joven aún permanecía en su cama, su corazón quebrantado, las lágrimas aunque se secaron horas antes, todavía se podía sentir como querían brotar con ese sentimiento doloroso. Un sentimiento de cuando te arrebatan lo que más quieres y lo aplastan enfrente tuyo. La energía de levantarlo, hacerlo hablar o incluso comer era débil a comparación con su habitual comportamiento que resalta su espíritu.
Solo permanecía ahí, en esa posición indefenso, divagando, la mente solo presionaba los recuerdos preciosos que disfruto con su abuela. Y entonces, su caballero apareció, en sus manos llevaba un gran bazo de malteada de fresa y vainilla que tanto le facina al más jóven. Sin embargo, verlo llegar o tenerlo a unos pasos ni siquiera pudo hacerlo levantar con esa calidez que siente cuando están los dos solos.
El más alto al momento de verlo que seguía con un estado devastado, solo se sentó por un lado y con un movimiento suave y gentil de su mano la posicionó sobre el hombro del otro. Aclaro un poco su voz para escucharse más apacible:

-Hola, buenos días, ¿cómo te encuentras?

-Hola -respondió con la voz débil y su vista perdida-, por el momento estoy... bien.

-Te traje tu malteada favorita, yo mismo la preparé.

-...Gracias Tom, aunque no siento mucha hambre.

-Vamos Jake, tienes que comer algo. Además esa malteada se pondrá fea si no la aprovechan ahora. -dijo con un tono más animoso.

-La verdad, no tengo ni ganas de tomar agua o levantarme...

Para animarlo un poco; tomó un sorbo del licuado y de buen ánimo comento:
-No está nada mal, tal vez no sea un chef como tú, pero está para disfrutar. ¡No sabes! lo mucho que la estoy disfrutando, sería una pena que yo me la tenga que acabar...

-Bueno bueno, tu ganas -se enderezó con dificultad, tomando unos sorbos pequeños y para su sorpresa es justo como se lo estaban restregando- nada mal Tom, ahora ya tengo una nueva combinación favorita.

-No bromees, sé que sabe muy extraño. -bromeo con un tono gracioso.

-¡Para nada! Es la mejor que he probado y sobretodo porque... tú la hiciste.

-Jake...

Tomó las manos temblorosas y frías del joven, mirándole a los ojos con calidez, y de un ágil movimiento junto su cuerpos fuerza sin llegar a lastimarlo. Sentir los brazos del más alto rodeándola con cariño le da una sensación de protección, cariño, amistad. El corazón latía con mayor rapidez, recostando su cabeza sobre el  hombro izquierdo de Tom y sus instintos solo hacen que se sostenga de la chaqueta del más alto, con la intención de no querer soltarse de él.

-Tom. -dijo con la voz quebrada

-Si.

-Yo... yo...

-Tranquilo, lo que quieras decirme puede esperar.

-Pero quiero decírtelo, para mí es importante.

-Entonces, adelante, dímelo sabes que estoy aquí para ti.

-Todo este tiempo mi cabeza y mi corazón estaban peleando por muchas cosas; uno se imagina y el otro las siente. El caso es... que lo que siento en verdad, bueno lo que quiero decir es que tú... tú me...

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