Capítulo 36 El espía

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En la madrugada la poderosa tormenta se había retirado, tan solo existe tranquilidad, agua y un cielo despejado. Los caminos estaban rodeados de charcos, pequeñas lagunas dónde podrían sumirse con facilidad. Por ello mismo, Drew aprovechaba que tenía a todos sus compañeros en la misma cabaña para retirarse, sin ser visto. Habitualmente su trabajo no es de campo, pero, al ser un agente encubierto debe saber adaptarse a todas las situaciones que se atraviesen en el camino -aun si debe de arriesgarse a que lo atrapen.

A plena madrugada; 3:42 a.m. y su coraje y agilidad se podían esconder con el cobijo de la noche, llevando nadamás un cuchillo para defenderse y el equipo de sabotaje contra las cámaras, cables y otros electrodomésticos. Sería muy difícil que alguien pudiese verlo, usando un traje negro; flexible y resistente para moverse entre los espinosos arbustos y subir los arboles, llevando anteojos de visión nocturna que dan una ventaja táctica sobre los retos que yacen en el campamento y sus alrededores. Todo el arsenal necesario para moverse sin pesos extras y cumplir con sus objetivos.
Estaba entretenido cortando los cables y arruinando los audios de las cámaras que están alrededor de las cabañas, que, no se percataba que alguien más lo estaba vigilando -si el jovencito mudo de por si es silencioso, su depredador lo es más-, observado por unos fríos y penetrantes ojos verdes que lo seguían en cada movimiento que hacía.
Sintiendo una sensación escalofriante de ser vigilando; volteaba a todas las direcciones y sin ninguna vista de nada mas que la vegetación. Con el miedo de ser descubierto empuñó su cuchillo -uno igualmente hecho para el combate-, preparándose para lo peor hasta que de repente una voz familiar interrumpió su paz...

-No crees que es muy noche para estar a merodeando a estas horas en el bosque.

¡Y de inmediato! volteó de un salto a sus espaldas para encontrarse a Tom. Impresionado por ver al más alto frente suyo, solo reaccionó atacando con su cuchillo con la intención de impedir su descubrimiento, no obstante la velocidad y reflejos del mayor son muy superiores, así que no le fué difícil detener el ataque, sosteniendo con poca fuerza la mano que portaba el cuchillo.

-Vamos Drew, no quiero que me obligues a quitarte lo. Porfavor suelta el cuchillo.

Derrotado en un parpadeo y conociendo la habilidad del otro, no tuvo de otra más que soltarlo.

-Tienes buenos movimientos, en especial para moverte en un terreno como esté.

Tom lo soltó para que el más chico se pudiese relajar y comunicarse haciendo señales con las manos:

-Estas arruinado mi operación Tom.

-Arruinando tu operación... Déjame decirte que hasta ahora no veo que aportes mucho a la agencia.

-Mi trabajo es averiguar todo lo que tengan en sus camaras, sus videos, audios, todo... Debo de llevar esa información a nuestros superiores lo antes posible.

-Ya sabías que soy un espía y en ningún momento trataste de pedirme ayuda... ¿Puedo saber porqué?

-Ya sabía desde mucho antes de venir quién eres, pero sería muy arriesgado que dos de nosotros trabajen en el mismo lugar.

-Adivino; fué Malcom el que te dijo esas ridiculeces. Ese tonto ni sale a misiones como nosotros, solo se la pasa en su oficina jugando en su computadora y creyendo que con sus instrucciones podría ayudar a los jóvenes.

-Ya estoy muy cerca de enviar mis informes a la agencia, en cuanto lo haga ellos podrán...

-¿Tus informes hablan de lo hay en este lugar?

Drew desvió la mirada con una expresión de temor a lo que ambos ya conocían. Por lo tanto Tom agarro la libreta del joven y comenzó a leer el informe; desde el primer día, avistamientos, sospechas, y las mismas atrocidades que rodean el campamento. Pasaron solo unos minutos y los ojos verdes se tornaron preocupados.

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