El cielo lleno de las espesas nubes cargadas de agua que a su ves se preparaban para una fuerte tormenta en el mar. Entre ellas, una gran avioneta cuyos tripulantes tenían como objetivo llegar a la zona autorizada. Traspasando los fuertes vientos y las heladas brisas que podrían congelar los motores, finalmente a punto de bajar a tierra firme soltaron sus soportes para acuatizar a las orillas del muelle. Ese desplazamiento de agua casi salpicaba a Jensen y Carlos que esperaban con emoción a sus nuevos refuerzos.
Estando la puerta al mismo nivel del muelle, solo se escuchaba como se descomprimía la misma, transformándose en una rampa que permitía bajar a sus pasajeros.
Pasos firmes y con botas de poder superior a los mercenarios. Unos soldados uniformados; con trajes que nunca habían visto los mencionados, cada uno de ellos portaban cascos de color marino. Llevando consigo armas de alto calibre -experimentales en pocas palabras-, que como una formidable escolta que protege a su líder, formaron un perímetro al rededor del muelle.
Los pasos que resuenan en el metal liviano del avión se atenuaban con forme avanzaba a la puerta. Un hombre de un poco mas de 35 años, barba cortada, de cabello negro y corte militar, seguido por e numerables cicatrices de guerras pasadas. Su traje no era muy diferente a la docena de sicarios que los acompañan, con la única diferencia de ser gris y que prefería dejar a la vista su rostro -como si quisiera que todos contemplaran sus hazañas y que cada ves que lo vea, sepan que fue él.
-Tío Jensen, que gusto volverlo a ver. -saludaba con energía a su pariente, mientras bajaba la rampa.
-Lo mismo digo Harrison. Han pasado años desde la ultima vez que nos vimos.
Se estrecharon las manos y con unas fuertes palmadas en los lomos completaron su bienvenida.
-La ultima vez por poco y salimos hechos pedazos por la bomba.
-Pero mírate nada mas, la ultima vez que te vi medias a penas un metro. -dijo mientras señalaba los 1. 90 metros de su sobrino a que comparaba con su versión infantil.
-Eso fue hace casi quince años. Ahora soy todo un hombre.
-¡Ha! -soltó una gruesa carcajada-. Talvez ya estés de mi altura, pero aun eres mi sobrino consentido. Dime, ¿Cómo esta tu madre?
-Ya enviudo por decima vez. El ultimo imbécil que la toco, termino hecho pedazos en una trituradora.
-¡Ya viste Carlos! Eso es lo que un verdadero hombre y pariente mío hace.
-Como sea. -respondió Carlos, que buscaba con sus ojos a otra persona que esta en el avión.
-Beatriz ya sal del avión, tu marido ya esta impaciente por verte. -dijo Harry.
Una mujer de casi cuarenta y con un cuerpo de modelo. Bajaba con alegría de ver a su marido que al momento de tenerlo enfrente, esté la levanto como si se tratase de una bailarina, que al momento de bajarla se dieron un profundo beso lleno de lujuria y pasión -al menos alguien se la esta pasando bien.
-Ven Harrison, debes de conocer nuestra fortaleza, estoy seguro que te gustara recordar cuando salías a cazar con tu tío.
-Estoy ansioso por empezar. Muchachos acompáñenme y dejen a los tortolos disfrutar de su noche.
Doce sicarios, un líder y un veterano de guerra. Iban en camino a las instalaciones que tanto Jensen le contaba con orgullo a su querido sobrino. En todo el camino se podía apreciar los avances en construcción de un nuevo muelle; hecho con los pinos que también estaban talando despiadadamente en la zona este. Un muelle que podría ser hasta para el barco mas grande del mundo, Harrison, emocionado por los orgullos de su tío, no pudo evitar preguntar:
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Campamento Desventura el libro
RandomEn un programa de televisión en vivo y en directo, un grupo de concursantes se aventuraran por 8 semanas en un antiguo campamento, sometidos a retos que no cualquiera podría soportar, comida que solo dios sabe que es, una serie de acontecimientos, m...