Campamento Desventura el libro

Capítulo 39 El panteón de la bruja

En la mañana la misma llovizna llegaba a todo el territorio del campamento patakawua. Desde las montañas, ríos, posas y lagos que se esconden entre las profundidades del bosque. 

Los concursantes aprovechaban esas horas tempranas para estirar los cuerpos que aun estaban adormecidos por estar el día anterior hincados y temiendo cortarse una mano como el joven de pelo azulado. Hambrientos por un buen desayuno, algunos competían por ver quien llegaba primero, siendo Amy y Royer que se estaban resbalando sobre el lodo pero eso solo era otro reto para ese para que agarran cualquier escusa para ver quien es el mejor. Un cambio radical de actitud sobre el atleta que sentía que las lagrimas querían salir pero ya se habían agotado horas atrás cuando se tuvo que despedir de un verdadero amigo, a quien tenia mucho aprecio y respeto. 

El joven veía la ventana de la cabaña, observando como las gotas de agua caían con suavidad y resbalan en el vidrio que nublaba al exhalar con fuerza; se tapaba la visibilidad de todo. Sin ánimos de salir o comer algo, su joven compañero de cabello azul lo miraba de reojo, preocupado de ver lo decaído que se encuentra su camarada. Con cautela y procurando no irritar su temperamento -todos en su equipo conocían lo explosivo que suele ser el mariscal de campo cuando alguien en verdad lo molesta-, con unos pequeños toquecitos en la espalda hacha del joven llamo su atención. 

-¿Todo bien Aron?

-...Todo esta... bien. 

Una mentira piadosa que no disimulaba a la perfección, ya que sus ojos y rostro decaían al suelo como si no tuviera energía de nada. Sintiendo que debía de ayudarlo, Jake se sentó en la cama para darle palmadas en la cabeza -si alguien los viera, creerían que esta acariciando a un perrito triste. 

-También no me hago a la idea de que ya no esta Drew con nosotros. 

-No lo entiendo. Ya tenia su tótem muy avanzado, talvez no abría superado a Ginny, pero sin duda no lo abrían expulsado. Fue muy tonto en querer cortarle la cabeza a su tótem. 

-Tampoco sé porque razón hizo eso. A lo mejor... ya no quería estar aquí. 

-Nunca fui muy amable, sé que puedo ser muy tosco y hasta un tanto pesado al llevarme con otros chicos. No es mi culpa que el chico mida 1. 55 de altura y que pese lo de mi... 

-Tranquilo, estoy seguro que lo volveremos a ver cuando lleguemos a la final. 

-Para serte honesto Drew es de los pocos a los que puedo llamar amigo. También tú y el agente secreto que luego me da palizas. 

-Creí que eras popular en tu escuela. 

-¡Lo soy! Aunque... ya no estoy seguro si quiero seguir con esa farsa. Desde que soy futbolista, todos me han dicho que hacer con mi vida. Ser popular, ser el mejor en un deporte que ni me gusta, salir con amigos, hacer fiestas, invitar a la mas bonita y descerebrada chica de la escuela para ir a un estúpido baile, que ahora que lo pienso mejor es una perdida de tiempo. Bien podría estar con personas como ustedes.

-¡Aw! gracias, eso es muy tierno viniendo de ti. Lastima que no tengo mi celular para grabarlo. 

-Cuando salga de aquí, quiero que nos reunamos todos de nuevo. Como cuando nos conocimos en el primer día. !Sé lo que piensas! talvez sueno un poco arrogante y superficial, pero cuando los conocí... me sentí muy intimidado. 

-Por que te sentirías así con nosotros, sabes que somos amigos. 

-Ahora, pero antes yo pensaba que seria de los primeros en ser eliminados. Todos ustedes tienen tantas habilidades, destrezas y muchas cosas que fácil podrían ganar, yo lo único que se hacer es; cargar cosas pesadas.