Capítulo 50 El verdadero monstruo

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A la mañana el clima estaba cada vez más frío y húmedo, los grandes pinos, manzanos, maples, robles y arbustos retraian sus hojas. Las pocas aves que yacían en las copas más altas hicieron sus nidos gruesos y camuflajeados. Un aire espeso, penetrante, silencio y con una energía pesada -como si la tristeza y el miedo optarán por permanecer en los aires.

Cuando Lil ayudo a Ellie a levantarse después de que fue atacada por el caminante. La verdad de la naturaleza del bosque de Patakawa ya no podía contenerse aunque quisieran.

En toda la noche no pudo dormir, beber agua o tan siquiera la idea de salir corriendo de esa pesadilla. La otra joven pelirroja junto con Nick, decidieron llevarla a la cabaña de las chicas del equipo Turquesa -ahora que Grett se había ido, la seguridad y la privacidad de hablar de un tema tan complicado y aterrador sería mejor para todos.

Llevaba casi dos meses pensando en como podría contarle a sus compañeros y autoridades con respecto a lo que enverdad está sucediendo; sin embargo con el rotundo ataque de una criatura de pesadilla que por poco y devora a Ellie, simplemente no podían encontrar palabras correctas o que simplifiquen la verdad que tanto deseaban ya dar a conocer. Ya es el momento de decirles, pues anoche Tom y Lil comprobaron que ya ni en el campamento era seguro ni para ellos, ni para sus compañeros a los que tanto querían proteger y sacarlos antes que comenzarán los desastres. ¡Lo de anoche no solo fue una advertencia! Ahora su prioridad principal era sacar a tantos como pudiesen y más de que él eclipse estaba a solo un día.

Miriam junto con Colin y Royer se dirigieron al muelle diminuto que está en la zona sur -lejos de cámaras, micrófonos y peligros recientes-, donde buscarían el bote de Octavius.

Efectivamente encontraron un bote de apenas unos cinco metros de largo, pero con el suficiente tamaño para sacarlos a todos. Una de las cosas que más llamo su atención fué que habían unas maletas de otras personas; unas que no eran de campistas o de pasantes, ya que estás eran de calidad: de cuero y telas caras. En un principio pensaron que sería de Nick, pero su sorpresa fue que al abrir las maletas encontraron ropas que suelen usar los presentadores del programa.

-Que raro -expresaba Colin-... porqué ellos tendrían sus maletas aquí.

-Pense que el Santa Claus calvo nos dejó el bote para nosotros y no para que lo compartiéramos con esos dos.

-Tranquilos niños, estoy segura que Octavius tiene un plan de emergencia para cuando salga mal, nosotros y talvez Trevor y Derek puedan usar el bote.

-No me gustaría compartir el bote con ellos -escupió el pelirrojo-, siempre estaban molestando en todo momento y ahora que también tienen sus maletas aquí no me inspira mucha confianza.

-¡Oigan! -interrumpió el más bajo- ¿Dónde está Ginny? Desde anoche no la he visto en el campamento o por los senderos que suele explorar.

-Creo que fue a acompañar a Jake al comedor.

-No lo creo. Él estaba solo cuando nosotros pasamos por el comedor y los otros están en las cabañas.

-Royer usa tus instintos caninos para que la encuentres... -pidio Miriam- Tengo un mal presentimiento.

El joven comenzó a rastrear a la la castaña desde la cabaña; siguiendo pisadas en el lodo y varias vendas de tela que estaban tiradas por un camino hasta adentrarse en el bosque. Alarmados por ver equipo médico regado en el bosque, temían que la vida de la joven estuviera en peligro. Atravesaron una espesura de pinos y hierbas hasta que llegaron a una gran pradera donde el pasto estaba cubierto por una nieve grisácea.

Ahí estaba la joven; sollozando con dolor y con pena que trataba de callar. Estaba de rodillas y acariciando a un enorme bisonte americano. El animal a penas y se movía por sus enormes heridas que lo desangraron. Lo único que podía hacer la jovencita era acariciarlo y hablarle con su dulce y bondadosa voz para que los quejidos de dolor no lo atormenten.

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