Campamento Desventura el libro

Capítulo 49 Me ha seguido a casa

Tom, Maxwell y Drew se pusieron de acuerdo para ir a buscar los últimos sistemas electrónicos para restablecer la señal de comunicaciones. Seria una tarea simple y sencilla, no obstante el único lugar donde podian conseguir tales  aparatos seria ir a saquear el camión táctico de los malhechores. Después de todos sus enfrentamientos y desafiar a Antonio hace un par de horas, la idea de robarles seria placentero para los agentes. 

El camión seguía varado en las afueras del laberinto. Tenían problemas para reparar su motor, mas sus señales que transmitía y recibía servían. Los tres se acomodaron en un espacio seguro para vigilar los movimientos de los soldados; algunos marchaban por la zona, otros vigilaban la entrada del laberinto y caminos de tierra que conecta a ellos, mientras que los ingenieros en sistemas eléctricos estaban arreglando la antena y el mecanismo de las señales. 

-Esta gente no sabe cuidar sus juguetes. -comento Max mientras afilaba sus cuchillos. 

-No será difícil quitarles lo que necesitamos. 

Drew cogió los binoculares -aunque le quedaban grandes-, y contemplaba los aparatos que se dedicaría a saquear. 

-Sera facil eliminarlos, son pocos y están muy dispersos. 

-No vas a matar a nadie a menos que yo de la orden. -regaño Tom con un tono subido. 

-¡Ah! que compasivo eres. 

-Tú hermano siempre es muy ruidoso y solo se la pasa diciendo que quiere matar gente. -comentaba Drew con su lenguaje  de mano.

-¡Oye genio! -le dio un golpecito al menor- Yo tambien hablo el lenguaje de señas. 

-Concéntrense... creo que están diciendo algo. Drew, amplifica tu aparto para escuchar al escuadrón que esta a punto de venir. 

El menor sacos su aparato de vigilancia que hizo con un par de micrófonos, lentes y algunas baterías. Escuchaban muy atentos la conversación de los hombres que llegaban a tomar el nuevo turno de la noche: 

-¡Ahg! Que porquería de bosque, hasta cuando tendremos que soportar a esta basura de campistas. -se quejaba un soldado. 

-Tenemos ordenes de Carlos en que debemos de obedecer a Jensen y al patrón. 

-¿Patrón? -pregunto Drew, muy confundido por el idioma. 

-Debe de ser de origen hispano. -contesto Tom.

Los dos hombres seguían quejándose del clima, de los ex pasantes y de los mismos campistas a quienes debían de hacerle de chofer según ellos. 

-Viste como se puso Antonio en la montaña del norte ¡He! fue mue muy gracioso ver y escuchar sus berrinches. 

-Se la va a pasar refunfuñando idioteces toda la noche. 

-Yo tambien lo hubiera hecho de ser humillado por ese chico. 

-¿El que parece ninja? 

-Algunos tienen un extraño presentimiento con respecto a ese muchacho, siento que ya le hemos visto antes... 

-¡Tonterias! Aunque se vista  así, no cabe duda que solo es otro niño con ganas de entrar a la policía o ser militar.

-Si así fuera, Jensen no nos hubiera ordenado votar mas por él, y por el otro de cabello rosa.

-¿Rosa? No querrás decir azul. 

-¡Ese mismo! Jensen tiene una intuición con el mas alto, algunos creen que podría ser una clase de espía o agente de inteligencia. Es una pena que nos hayamos llevado a la gorda y no al otro niño; habría sido una buena táctica para vigilar a ese joven.