Trece de Abril.

23- Cinco de la mañana.

Helena

Sí quería estar con el aún más.

Mamá sabía que habían organizado una fiesta para celebrar nuestra quintan copa por año consecutivo. Ella sabía que yo no era de fiesta, pero también sabía últimamente que la razón por la cual asistía tenía nombre, era pelirrojo y me gustaba. A mamá no teníamos que decirle las cosas, ella siempre decía que nosotras era predecibles, que no disimulamos  para nada, mamá sabia todo de nosotras con solo mirar la a los ojos.

A mamá no le gustaba esperarnos despierta por que confiaba en nosotras y en qué estaríamos en casa antes de las seis de la mañana. Por eso estaba tan furiosa con Anne el día que la encontré salir a las dos de la tarde de casa de Haltom, eso fue una cosa totalmente loca, su vida sexual a mi me importa una mierda, pero ella sabía que tenía que respetar las órdenes de mamá. Otra cosa totalmente loca es que ahora es novia de Osmir, se acostaron en la fiesta de Martín y desde entonces se gustaron pero ¿Cómo dos personas se van a la cama primero sin antes conocerse?

"¡Vamos a hablar de tu hermana o del pelirrojo que tenemos en frente!".

Dios es verdad.

Cómo les decía, mamá sabía que iría a una fiesta con Haltom, pero yo no quería estar en una fiesta con el, simplemente quería estar con el así que cuando me propuso pasar la noche juntos no pude negarme, sí quería.

"¿Sabes lo que eso significa verdad?".

No creo que pasar la noche juntos implique solo tener sexo, se pueden hacer otras cosas ¿Verdad?

"Créeme Helena, todo lo que se hace de noche implica la palabra sexo".

Pues eso va a cambiar hoy.

Cuando llegamos nos bajamos de la moto, yo tenía en mis manos las rosas y la cajas de donas y Malteadas. El me ayudó a quitarme el casco por que yo tenía las manos ocupadas, cuando me lo saco de la cabeza se acercó y me besó tiernamente, ¿Por que me gustaban tantos sus besos?, hacían que mi cuerpo entero hormigueara logrando a si ponerme todos los pelos de punta.

Cuando entramos a su casa eran en como las diez y media y aún había personas andando por la casa. Una voz de un hombre hablando con Marthita hizo que me detuviera en seco en medio de la sala.

—Hijo, no te esperaba hoy en casa después de que Martha me dijera que ibas a salir con tu Novia.

"¿Novia?".

¿Hijo?.

Él señor no me había visto, estaba muy concentrado en la pantalla de su móvil, pero, Marthita si me vio en lo que entró a la sala.

—¡Santo cielo!— se llevo las manos a la boca y haciendo que el señor se volviera a verla rápidamente.

Yo por otro lado me escondo detrás de Haltom.

—¿Pasa algo Martha?— dijo el señor mirándola de arriba para abajo.

—Papa...—dijo Haltom haciendo se a un lado dejándome al descubierto—... Vengo acompañado.

"Sí, es su padre".

El señor volteo a ver a su hijo y después volteó a verme a mí. Me sentí tan vulnerable ante su presencia.

El señor era realmente elegante, llevaba puesto un traje clasico azul marino, unos zapatos callaghan negros, un reloj Michael Kors, el cabello rubio como las gemelas y finamente peinado, tenía los ojos azul oscuro que de daban a su mirada un aspecto frío, su barba lo hacía ver cómo todo un hombre empoderado.