Trece de Abril.

53- Dos semanas.

Helena

Durante esas dos semanas Haltom intento hablar conmigo en detención y yo me mete rotundamente. Lo único que aceptaba de él era el saludo y después seguía mi camino, no lo besaba (cosa que me estaba consumiendo), no lo miraba alos ojos por más de tres segundos y no compartía.os más palabra de lo común. Era un infierno.

Sabía que él no iba a decirme lo que yo quería escuchar, iba a salirme con eso de que "es complicado", "es un tema sin importancia", "No puede decir algo que no le compete a él" y bla bla bla.

No estábamos solos en detención, habían una chica de último año y un chico de nuestro año. Cuando Cameron mandaba a hacer actividades en parejas yo me.cocaba con la otra chica y no con Haltom.

Sabía que eso lo lastimara pero el tenía que entenderme a mi también.

Mi cabeza estaba hecha un desastre he estado pensando muchas cosas que creo sin importa que se relacionan con esta situación como por ejemplo: ¿Por qué se mudaron de California? ¿Será que se mudaron de allá por el problema de Paula y Osmir? ¿Será verdad que Osmir golpeó a Paula y por eso firmaron una orden de alejamiento? ¿Que papel juega Monic? ¿Será que Haltom también golpeaba a Monic y por esa razón ella tampoco puede acercarse a la casa?... Dios, eran un millón que pesaba y todas hacían que me sintiera peor.

Hoy era miércoles, un buen días aunque físicamente y emocionalmente no estaba bien, tocaba comoaetis el gimnasio con los muchachos pero no era eso lo que me ponía feliz, lo que me ponía feliz era que hoy culminaba la detención.

Cuando todos entre al gimnasio por alguna razón extraña a no estaba Tom, Lorena y Manuel. Los chicos estaban a mitad de cancha jugando y las chicas estaban del otro lado practicando una coreografía.

—¿Que hay?— dije captando la atención de las chicas— ¿por que no está Tom, Lorena y Manuel aquí?.

—Limitate a preguntar y ve por tu cinta para que nos expliques cómo coño usarla en esta coreografía— dijo Maritza.

—No seas pesada— dijo Chloe volteando le los ojos y dejándola de mirar para mirarme a mí— Lorena y Manuel llegaron con una sonrisa de oreja a oreja, llamar a Tom u están la oficina.

—¿Contenta?— dijo Maritza otra vez— ¿Podrías ir por tu cinta, capitana? Porque le recuerdo que la única que se sabe la coreografía con cinta es usted y no nosotras.

—Sé que te preocuparás por Tom en todo momento pero, de verdad debemos de enfocarnos en esto, Helena— dijo Sol— Pero Maritza tiene razón cuando dice que solo tú te sabes las técnicas de la cinta.

Me quedé observándolas un momento y asentí. Tire mi mochila en las gradas  pero antes saque las llaves de mi casillero y salí del gimnasio para ir a buscar mi cinta.

De regreso no pude evitar pensar en Haltom, había sido muy ruda con él en ignorarlo y no darle la oportunidad de hablar conmigo. Pase al baño y mientras me lavaba la cara escuché que se cerró la puesta principal del baño, tome una toalla y me seque la cara y vi a Haltom. Yo no sabía que decir la verdad, no sabía que hacer así que el actuó primero. Se acercó a mí, me tomo por la cintura, me subió al lavado y me besó. Yo por otra parte enterré mis dedos en su cabello y lo atraje a mi con fuerza.

Necesitaba ese beso y por la forma en la que me besó Haltom, él también lo necesitaba, con sus dos manos el apretó sus mis muslos y me jalo con fuerza para dejándome muy pegada de su centro.