Trece de Abril.

2- Sabelo todo.

Haltom

Supe que esos ojos serían mi perdición en el mismísimo momento que compartieron contacto visual con los míos.

Esa chica tiene unos ojos increíbles, eran tan claros como la miel, unos labios formados y preciosos, su cabello se veía hermoso y sus rizos eran muy bonitos, su color de piel era fascinante, era una morena muy hermosa apesar de que no me gustaban tanto. Vestía un falda vinotinto de cuerina que resaltaba su pequeña figura, un jersey negro que marcaba sus pechos pequeños y esas Adidas que parecían de una talla treinta y cuatro. La chica era tan pequeña que fácilmente puede colarse en una escuela y hacerse pasar por una estudiante de sexto grado, a mi parecer media uno cuarenta y nueve o menos no se, pero si de algo estaba seguro, era de lo pequeña que era.

Me resultó divertido verla ruborizarse de la ira al mismo tiempo que yo me encargaba de molestarle con su nombre, Helena.

¿Cómo las chicas pueden darle importancia a cosas tan abusadas como los nombre que tienen? He visto nombres peores y el de ellas era hermoso pero parece no tenerlo muy en claro.

Entre al salón de clases y solo había un puesto disponible, me acerque ignorando todas las miradas de mis nuevos compañeros y me encontré con una mochila negra con pegatinas de ositos rosas, arcoiris y mariposas y supuse que era de ella, de Helena.

No entiendo por qué están pensando en ella si ni me gustaban las morenas, me caen mal, no necesito conocerlas para tener una impresión diferente, no me caen y ya, pero ella... No se. Fue agradable la verdad hacerla enojar en el pasillo, su voz chillona y su mirada de asesino en serie al escucharme decir que no perdería mi tiempo con niñas de catorce años me causo una gracia del cien.

Tome asiento y no pasaron siete minutos cuando aprecio por la puerta con unos libros que si no mal recuerdo menciono en nuestra pequeña conversación del pasillo, su cara era un poema y al verme supe que había dado en el blanco. La mochila era de ella.

"Amigo, esto va a ser divertido".

Y vaya que sí lo va a ser.

—Buenos días clase, espero que se encuentren bien—dijo el profesor— Señorita Williams puede tomar haciendo al lado de su nuevo compañero de clases ¿o piensa quedarse parada ahí toda la mañana?.

—Eh...sí...digo no, voy profesor— le oí decir mientras se apresuaba a sentarse a mi lado.

Hacerla molestar un poco más no le hará daño ¿verdad?.

—Hola Helena, un gusto volver a verte— dije con toda la intención de provocarle.

—¿Podrías por favor dejar de llamarme Helena?— dijo sin mirarme y por su tono de voz supe que estaba irritada por lo de hace rato.

—No.

Hico el ademán de decir algo pero se contuvo y decidió ignorarme.

Miraba con atención y tomaba apuntes a cada cosa que decía el profesor. Quien la viera pensaría que no rompe un plato pero estaba completamente seguro de que rompía la vajilla completa y si se lo proponía desaparecía un Continente en menos de dos segundos.

—...Asi será, para este evaluación trabajaremos en parejas y sera su compañero que tienen al lado— esto no pudo ponerse más interesante.

No escuché que íbamos a hacer, solo sé que haria pareja con la persona que teníamos al lado.

"Pobre chica, lo que le espera".

Estaba completamente de acuerdo con mi con mi conciencia.

—Maldicion— dijo para ella misma, pero la escuche

—Tranquila, comparto el sentimiento—Dije sabiendo que se molestaría aún más, era una chica muy predecible, tan solo estuvimos hablando un par de minutos en el pasillo y supe que se molesta de la nada— No me agrada saber que tengo que hacer un trabajo contigo—Dije sonando pedante pero por dentro me divertía.

La mirada que me dedico de reojo era de odio aunque después volvió a ignorarme.

—¿Que tema usaremos?— pregunté viendo las opciones que había en la pizarra— Me gusta el de la sexualidad, podría enseñarte muchas cosas— siguió ignorando me.

¿Y que le pasaba a está? Solo estaba bromeando en el pasillo y si hubiese sabido que se comportaría así hubiese pasado de ella.

—¿Sabias que eso es de mala educación verdad?.

—¿El que?— dijo sin mirarme aún.

—Ignorar a tus compañeros de clases— dije y a su vez estaba confirmando por que se comportaba de esa manera—Es muy descortés de tu parte la verdad.

—¿Ah Si?— me miro.

—Sí.

—¿Y entonces dices que fue cortesía el tono que usaste con el que me hablaste en el pasillo cuando intente ayudarte?

—Te hablé normal.

—Eso no fue normal.

—Sí lo fue.

—¡No! ¡Eso fue una falta de respeto!.

—Una falta de respeto señorita Williams es no prestar atención en clases— le dijo el profesor— Dígame ¿puede decirme algún conceptos básicos sobre la Anatomía humana?.

Que pena sentía por ella y alivio a la vez por mí, en todo el rato que estuvimos hablando ninguno de los dos le presto atención a el prof...

—Bueno hace referencia al estudio de la estructura de los seres vivos profesor— Dijo cortando mis pensamientos— Se trata de una rama de la biología y la medicina que se ocupa de la estructura de las plantas y los animales, ella se divide en dos áreas principales que son la anatomía gruesa y anatomía microscópica— todos quedaron atónitos, hasta yo.

—Muy señorita Williams, pero no pienso repetirlo todo el año— dijo el profesor con un tono amargo— ¡Y eso va para todos! ¡No me gusta que hablen en mi clase y mucho menos que me interrumpan!.

Todos asintieron y ella volvió prestar atención en lo que el profesor empezó a hablar. Nunca espere que ella respondiera de esa manera, hasta el profesor tenía cara de que no creía posible esa contestación.

"Con que la pequeña Helena es una sabelo todo eh".

Interesante.

En el transcurso de la clase no dijo mas nada y yo tampoco así que optamos por ignorarnos mutuamente hasta la hora del almuerzo. Al sonar el timbre todos empezaron a salir, ella recogió sus cosas con una velocidad impresionante, se levantó para caminar hacia la puerta y en lo que pasó por delante de mí dije para que solo ella escuchara:

—Hasta pronto sabelo todo.

Hizo como si no me escucho pero yo sabía perfectamente que si, ella se fue y recogí mis cosas para salir de salón que estaba ya vacío.