46- Pelea.

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Haltom

Ahí estaba ella, tirada en el sueño muerta de miedo.

No sabía qué decirle o como hablarle, yo podía percibir lo aterrorizada que estaba, en esa cabaña lo único que se podía sentir era el miedo que tenía Helana.

Yo me agache con cuidado y me acerque a ella y le hable suavemente.

—Helena, soy Haltom— ella alzó la cabeza tan rápido que hizo que yo me asustara igual.

Entonces lo siguiente que hizo fue abrazarme con todas sus fuerzas, cuando la tenía en mis brazos sentía casa no de sus huesos temblar y cuando enterró su cara en mi cuello sentí sus lágrimas caer.

—Es-estaba mu-muerta de miedo— dijo llorando— Pe-pense que me podría pa-pasar algo.

—Estoy aquí, amor— le dije mientras acariciaba su peluca— Tenemos que hacer silencio Helena, aún los minutos no han acabado.

—¿Que hora es?.

—Las una y veinticinco de la madrugada.

—¿¡Solo han pasado veinticinco minutos!?.

—Shhh— dije mientras colocaba un dedo en su boca para que bajará la voz.

—Yo siento que tengo aquí una hora Haltom—dijo susurrando.

—No amor, solo han pasado veinticinco minutos— le dije y la abrace con fuerzas— Así que hagamos silencio.

—¿Cómo sabías que estaba aquí?— me preguntó.

—Martin están en el techo y todo lo ve, me llamo a mi móvil y me dijo dónde estabas— le dije poniéndome de pie con ella y sentando me en la mesa— Antes de que pasara todo este alboroto, estábamos fumando con Martín afuera y le dijo a los payasos a los integrantes del equipo de básquet no les hiciera nada por qué no le convenía que tuviéramos una lesión.

&¿Payasos? ¿Lesión? ¿Por qué una lesión?— dijo ella horrorizada.

—Sí, son unos payasos y no son para nada agradables, agarran a las personas y las tiran del techo de la casa para que caigan en la piscina.

—¡Martin está loco de la cabeza! ¡Eso es peligroso!.

—¿Y es ahora que te das cuenta?.

Ella hizo silencio y empezó a mirar por todos lados hasta que detuvo su mirada en algo que estaba en el suelo.

—¿Está vacía?— me preguntó señalando al suelo, era una botella de Vodka que yo traía.

—¿Quieres?.

—Sí— dijo y yo me agaché a buscar la para tomar con ella.

En esa pequeña cabaña pasamos el resto de las horas que faltaban para que Martin acabará.con esa tortura. Helana había cambiado su semblante por completo, estaba relajada, estaba sonriendo, ya no estaba temblando aunque estaba un hinchada por haber llorado, de verdad no sé en qué momento se me.ocurrio dejarla sola.

Cómo a la hora y media decidimos salir de ahí hechos una mierda, ella no podía caminar bien y yo hablaba incoherencias de las cuales empezábamos a reírnos sin sentido, yo estaba mareado pero podía sostener a Helena sin ningún problema.

Nos encontramos a Tom acompañado de Chloe que estaba mojada y hinchada de haber llorado, supongo que uno de esos payasos la encontró y la lanzó por el techo, tambien estaba Anne hinchada de llorar pero no estaba mojada ni acompañada de Osmir cosa que se me hizo... Entonces lo ví pasar con otras dos chicas, hijo de puta.

Trece de Abril.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora