36- Hoja extraña.

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Haltom

Las cosas están así...

Helena y yo tenemos dos semanas que no nos vemos desde la cena con su madre, de la cual tuvimos que irnos por el accidente de Marthita.

Mis hermanos y yo no hemos asistido al colegio por esas semanas por qué tuvimos que cuidar a Marthita, pero, el director estaba al tanto. Mi padre con sus contactos consiguió que nos firmarán reposo médico por una tal enfermedad llamada molusco contagioso que consiste en tener múltiples verrugas asquerosas por toda tu piel que se contagia con el tacto.

El director Baswell no dudo ni una vez en otorgar nos la ausencia médica hasta que "nos curemos".

Si algo me hubiese revelado que no vería a Helena por tanto tiempo me la hubiese llevado para mi casa esa noche de la cena.

Hoy la mañana estaba fría, la brisa soplaba fuerte y había tiempo de lluvia. Tenía en mente tomar sol después de llevar a Marthita al doctor con Osmir y Olivia, pero como verán el clima no me colaborar, así que subí y le quede en la sala de estar del segundo piso, me coloque los audífonos y me puse a jugar NBA 2K24.

Estube hay como media hora cuando derrepente me me llegó un mensaje, puse pausa y Vi mi celular, sonreí ridículamente cuando ví el nombre de Helena en la pantalla.

-"Es extraño no tenerte a mi lado en clases".

"¿Me extrañas, muñeca?".

-"Sí, mucho".

"¿Que tanto?".

-Tanto que no tengo en mis planes irme a mi casa por una semana- dijo Helena destras de mí.

Me levanté y me volteé rápido y efectivamente, ahí estaba parada con su mochila y una sonrisa. No le respondí nada, solo fui rápidamente es abrazarla.

Cuando la tuve en mis brazos sentí un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo, mi alma se llenaba poco a poco de su presencia, mi corazón empezó a latir rápidamente. Realmente la extrañaba, mi cuerpo se sentía como un rompecabezas incompleto por muchas piezas, las cuales ella y solo ella tenía. Cuando me separé h la mora a los ojos no sentí una descarga eléctrica que llegó a mi corazón, me quedé paralizado de inmediato contemplando sus hermosos ojos, esos ojos que me traigan loco, esos ojos que me miraban de una forma única, esos ojos que adoro con locura.

Tuve que obligar a salir de mi ensoñación y hablar, Helena me tenía paralizado en mi lugar.

-¿Hace cuanto estás aquí?- le pregunté.

-Las suficientes para descubrir que maldices muchas veces y peleas con un vídeo juego.

Tenía los audífonos, no la escuché llegar por que los tenía puesto.

-Tenia los audífonos.

-Ya me di cuenta, te llame como doce veces y a ninguna contestaste- dijo colocando sus manos en mis mejillas- Pero tengo que admitir que concentrado te ves hermoso.

¿Por que de repente sentí mi cara roja? ¿Esto nos pasa a los hombre?.

Intenté disimular lo mucho que me encanto eso pero no sé pudo, ella estaba consiente de que eso volteó y acomodó mi mundo en un segundo.

Trece de Abril.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora