Trece de Abril.

28- Sí.

Haltom

Su cara era un poema.

"Creo que no debiste decirle eso así"

Sí, le pregunté sin ni siquiera prepararla.

"Típico de Mr. Cristhobal".

Ahora lo que realmente me preocupaba era que me dijera que no, su cara era totalmente extraña, no se esperaba esa pregunta, no mucho menos en este momento, se supone que íbamos hablar en su casa esta noche y yo adelante todo. Dios, metí la pata hasta el fondo, ahora lo mas probable es que me dig...

—Sí.

"¡Aguarda!".

¿Acaba de decir que sí?.

"¡Sí! ¡Acaba de decir que si Cristhobal!".

—¿Qué?

—Sí, sí quiero ser tu novia.

—¿No estas jugando conmigo verdad?— todavía mis oídos no podían creer lo que escuchaban— ¡Por qué te juro que voy a meter te en un ataúd y voy a enterrar te en el cementerio que está cerca de tu casa y no es broma!

Ella empezó a reírse a carcajadas y yo la seguí, después de eso ella tomo mi cara con sus manita y me dió un beso.

—No Cristhobal, no estoy jugando conmigo— dijo y yo no pude evitar sonreír como un idiota— Sí quiero ser tu novia.

—Helena, te juro que pensé que dirías que no.

—¿Por qué diría que no?.

—Bien...— dije y entre cerré los ojos— ¿Y por qué dices que sí?.

Ella al igual que entre cerro los ojos.

—Por que me gustas.

"Rinde te".

Sí.

—Buen punto— después de que le dije eso me acerque y mordí suavemente su labio inferior.

Fui dejando besos desde sus labios hasta su cuello con el que jugué a mi antojo, olía realmente bien, su piel era realmente divina, tenis para mi un sabor totalmente único, podría pasar horas besándole el cuello.

—Haltom...— dijo en jadeo haciendo que se me erizarán los bellos de la columna vertebral—Para.

—¿Y si no quiero?— susurre en su cuello, sentí como sus pelos también se ponían de punta y eso hacía que me pusiera más.

—Tenemos que ir... A tu casa... ¿Recuerdas?— Estaba perdiendo el hilo de mis pensamientos pero me obligué a parar cuando enterró sus uñas en mis hombros, entonces le obedecí y la pasé para su asiento.

—Tienes razón, tenemos solo veinte minutos para ir por mi ropa y volver.

—¿Por qué buscamos más de tu ropa?.

—Porque no traje, solo traje el uniforme puesto y después de estos entrenamos necesitaré un buen baño y no voy a esperar a llegar a casa, lo haré en las duchas.