10- No se que me pasa.

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Haltom

"Amigo esto se puso interesante".

—¿Ela?—dijo Anne totalmente anonadada con la presencia de su hermana— ¿Que haces aquí?.

—¡No! ¿que demonios haces tú aquí y por qué no llegaste a dormir anoche?— dijo Helena acercándose a ella— ¡Mírate! ¡Apestas a alcohol! ¡El uniforme nuevo está súper sucio! ¡Y tienes el cabello hecho un asco! ¿No te da vergüenza andar así por la calle y mucho más en una casa de  desconocidos?.

Anne no dijo nada, simplemente bajo la cabeza avergonzada mientras se acomodándose la falta del uniforme. Mi hermano por otro lado estaba con la mirada fija en otra cosa que no sea Helena.

—¡Tienes suerte de que mamá no está en casa por que te hubiese quitado la cabeza! ¡Una cosa es andar de fiesta y llegar de madrugada y otra muy diferente es que sean casi las dos de la tarde y nisiquiera has mandado un mensaje para avisar de que estás viva!.

—Lo siento, Ela— dijo Anne entre dientes— Eso no volverá a pasar.

—¡Claro que no va a volver a pasar!— se acercó aún más Helena a ella— Nunca habías hecho esto ¿Que demonios te pasa?.

Me causo un poco de risa por que estaba frente de su hermana menor y tenía que alzar la cabeza para mirarla fijamente como había conmigo.

—Eh... Lo siento Ela— dijo mi hermano— Yo voy a llevarla a su casa.

—Es lo menos que puede hacer, idiota—Dije.

—Esto no es por ti, Osmir— dijo Helena— No tienes por qué disculparte, estoy molesta es con Anne no contigo.

—Sí tengo que disculparme, parte de la culpa es mía.

—Toda diría yo— dije mirándolo fijamente— Así que mueve el trasero y lleva a esa chica a su casa antes de que su mamá llegue.

Le puse una mano en el hombro a Helena y la dirigí hacia la entrada. Ella estaba tensa, se lo que se siente por una vez Olivia lo hizo en California cuando papá no estaba en casa por motivos de trabajo y Marthita dormía, y yo no pude dormir en toda la noche buscando la calles arriba y calles abajo antes de que fueran las seis de la mañana, la hora en la que Marthita se despierta.

Una vez adentro de casa escuche a Marthita gritar desde la cocina mientras cerraba la puerta a mis espaldas.

—¿¡Quiiieeeen!?.

—Yo Marthita, ya llegué.

—¡Osmir va a volverme loca!— dijo mientras se escuchaban sus pasos y sus voz más secar de nosotros.

Mire a Helene por encima de mi hombre, estaba más relajada que hace unos segundos y al parecer, cuando escucho la voz furiosa de Marthita se escondió detrás de mí.

—¿Sabes tú cuantas mujeres ha venido en la semana, Cristhobal?— No Marthita ¿Por que me llamás así ahora?, cállate.

—¿Cristhobal?—Pregunto Helena para ella pero yo la escuché.

—¡Nueve! ¡nueve mujeres, Cristhobal! ¡es imposible dormir con múltiples de sonido casi al otro lado de la par...

Se frenó en seco cuando apareció por el comedor y vio a Helena parada detrás de mí.

Trece de Abril.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora