40-Disfraces de Halloween.

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Haltom

Me quedé con ella por que era lo que yo también quería y por qué el era la que realmente me importaba, ella tenía razón de molestarse, teníamos mucho tiempo sin vernos y ella había hecho planes conmigo.

"Estúpida Vanessa".

Por si fuera poco la tendré dos semanas en mi casa.

Esa noche en casa de Helana no paso nada relevante, solo nos pusimos a ver una película de la cual no recordamos nada por que nos quedamos dormidos.

En la mañana lls rayos de sol que entraron por la ventana fueron los que me despertaron, me incorpore en su cama y analice cada rincón de su habitación.

Me gustaba el color, era púrpura con blanco, tenía mucho póster de Big Time Rush y varias mariposas 3D que colgaban del techo, la cama en la que estaba era matrimonial, cambiamos los dos perfectamente, tenía a mi lado derecho un tocador y una repisa con varios trofeos  que supongo que son de las competencias y con varios de libros que nunca en mi vida pensé que ella podria leer, tenia: El Principito, El retrato de Dorian Grey, Un mundo feliz, A sangre fría , Cien los de soledad y el que le dí Crimen y Castigo, a mi lado izquierdo tenía un armario blanco más o menos grande lleno de fotos pagadas de Ella con Anne, Chloe y Tom. Su habitación era realmente bonita, iba a corde con su personalidad.

Cuando ya estaba completamente despierto decidí en levantarme de la cama, pero cuando lo iba a hacer la puerta de la habitación se abrió.

Helana venía entrando, recién duchada y lo supe por que llevaba su cabello mojado. Tenía puesto un short de jean azul oscuro, un suéter blanco que tenía escrito Bella donna (Supongo que se lo regaló Chloe), Y sus tenis blancos. Venía también con dos plantos con un Sándwich cada uno y papas fritas, cuando entró por completo y me vio despierto ella sonrió y se acercó a mí sentándose a mi lado en la cama.

—¿Se puede saber que haces levantada tan temprano?— dije mientras ella me daba el plato.

— Acuérdate que el sábado es la fiesta en casa de Martin.

—Y te quieres ir para la fiesta hoy martes a las...——busque mi celular que estaba en la mesa de noche para ver la hora—... Siete de la mañana.

Ella me golpeó en el hombro pero empezó a reírse.

—Claro que no ¿Recuerdas en lo que habíamos quedado en detención?.

"¡AJAA!"

Mierda, no me acuerdo, yo ni siquiera la escuche cuando me habló.

—Sí.

¿¡Estás mal de la cabeza!? ¿¡Que coño haces!?.

No tengo ni la menor idea.

—Hoy vamos a ir.

—Eso puede esperar, amor.

Empecé a decir cosas a ver si ella misma me dice que es lo que vamos a hacer ¿Donde coño tenía mi cabeza ese día que ella me estaba hablando?.

"En su cenos".

Cierto... Y ahora que lo pienso bien también podía...

Trece de Abril.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora