Capitulo 47: "Niñeras"

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La mañana del 1 de enero no fue menos ruidosa que los últimos días en la casa Kim, todos los visitantes se esparcian por aquí y alla.

Algunos aún manteniéndose enérgicos luego de una larga velada la noche anterior a la antesala del año recibido, y otros con una molesta resaca se lamentaban el haber tomado tanto como era el caso del señor Sin-yu y su hija, era algo cómico el como ambos ,padre e hija, podían ser tan similares y al mismo tiempo tan distintos, pero bueno era consecuencia de lo que comencemos como genética vs puntos de vista .

Tanto el salón como el comedor de la casa estaba lleno y rebosante del olor encantador a pan recién tostado mezclado con canela y chocolate caliente.

Era la hora del desayuno, a pesar de ser pasadas las diez, y si, a uno más que otros se les pegaron las sábanas. Pasando por el salón y dejando atrás la contienda que tenían en pie el par Kim , la puerta de la cocina se abría dándole entrada a uno de los pocos que faltaban por sentarse en la mesa.

- Uhmm, huele rico - decía la chica restregandose el ojo con la mano izquierda -Buenos días - anunció entrando a la cocina donde todos la saludaron de regreso.

- Hola amorcito, veo que estabas con sueño, eh- hablo tiernamente a su hija quien tenía los cabellos algo revueltos.

- Buen día ,papá - le iba regalar a su progenitor una de sus somnolientas sonrisas sino fuero porque un bostezo la interceptó.- y si, estaba algo cansada - respondió cortamente.

- Linda pijama, Jendeukie - se hizo presente la voz alegre de la pelinegra que recién entraba - y el estilo punk te queda - río bobamente por su mal chiste, contagiando en el proceso a algunos de los presentes.

- ¿Eh? -murmura confundida la castaña, llevando su mano a su cabello revuelto, miro hacia abajo notando sus pijamas con estampado de ositos y fondo rojo terminando en sus pantuflas de los extraterrestres de Toy story - ah ... ¿que tal Chu?- pregunta arreglando un poco sus mechones.

- Yo bien, querida - le pasó por un lado y fue a tomar su asiento junto a su novia.

- No le hagas caso, estás perfecta mi niña - dijo esta vez la madre de la castaña quien estaba sirviendo parte de la comida con ayuda de la sirvienta que recién había llamado está mañana para que estuviera allí a primera, y vaya que resultó difícil conseguirla debido a las fechas pero urgentemente necesitaba una mano extra para resolver el desastre que quedaba en la casa.- Ven acércate, toma asiento linda.

Le indico la señora Ruby y está última acato la orden justo después de acercarse y darle un beso a su madre, seguida de su padre , quien llevaba su plato en mano, se sentaron junto a los demás.

- ¿Tostadas o waffles? -pregunta la señora Kim dirigiéndose a su hija.

- Waffles con....

- extra de sirope de chocolate y pedacitos de banana- completo la Tailandesa, presencia de la que la castaña recién se daba cuenta de que la tenía justo al lado.

Jennie se la quedó mirando por unos segundos algo aturdida debido a su ausencia de perspicacia.

- excelente - asintió la señora Kim poniendo manos a la obra, reteniendo con esfuerzo una sonrisa ante la interacción de esas dos- ¿ Café o chocolate caliente? .

- Ehm, chocolate por favor -pidió Jennie tratando de salir de su pequeño aturdimiento, los ojos de la tailandesa la repasaban y de su labios se abría una sonrisa que le atoro un segundo la respiración, cosa que ella no se supo explicar tan pronto como lo experimentó. Sin pensar optó por actuar lo más casual posible, era muy temprano como para que diera pie a su alocada consciencia.- Buenos días - le saludo regalandole una sonrisa de labios sellados a su amiga.

¿Cómo decirle que la amo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora