Epílogo: " Nuestro para siempre".

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Es extraño cuando sientes esa sensación de que estás dejando algo atrás, es como si un peso se fuera de tus hombros pero a la vez quedas con una especie de estala que te sigue a dónde vas. No era algo fantasioso o un hecho poco probable de probar. Simplemente era una vibra que se podía sentir en el ambiente. El tiempo pasa demasiado rápido aunque muchos digamos que no o si quiera lo notemos.

Uno siempre dice "un día más , Ugh" y nos tiramos al mundo como si nada dejando fuera de nuestra mente todo lo que puede acontecer en un día que mal llamamos "común y corriente" . Siempre he pensado que en la simplicidad está la gran belleza pero sé que detrás de ella está una continúa inmensidad de cosas que desconocemos y que tanto como yo no entendemos la complejidad de esto.

A veces damos las cosas por sentado ,y poco nos damos la oportunidad para mirara hacia atrás y ve hasta donde hemos llegado. Sabemos desde tiempos inmemorables que el mundo cambia continuamente y con ello nosotros también lo hacemos, lo tomamos como algo normal, claro, lo es. Pero nadie se detiene a pensar en como empezaron y en como terminaron. A veces es fascinante darse ese tiempo para poder ver lo que fuimos y lo que somos.

Recordar.

Lo malo y lo bueno, lo que nos hace ser la persona que pisa la tierra por dónde los tuyos lo hacen. Es introspectiva. Simplemente nostalgia y sin medidas añoranza por haber sido alguien en el mundo con un rastro y una huella indeleble.

Muchos no piensan en ello, lo sé. Y tampoco están mal por no hacerlo, todos entramos en trance y a nuestro ritmo seguimos la vida como viene solamente estando en el momento y en el lugar.

Cada día y cada noche contando como algo especial para poder ser y seguir dándolo todo.

Pero en fin, demos atención a los detalles esa es la cuestión, porque en ellos también está la belleza que el tiempo guarda y que la mayoría olvida. Es así como la mujer frente al librero se siente, inundada de una nube de sensaciones que solo la hacen encogerse admirando la ya casi vacía habitación, el suelo de madera libre cualquier otro mueble y en medio la marca del sofá que solia estar ahí solidifica aquella emoción tan densa dentro de ella.

Es un hecho.

Un nuevo paso más en su vida y una puerta que se cierra detrás de ella. Es tan extraño pero a la misma vez es tan esperanzador. Si, sorprendente.

Ella lo ve todo con ese aire melancólico en su aura. Era como si los años que estuvo allí pasaran frente a sus ojos como una película, como todo se reprodujera en imágenes vividas. Veía las risas, las tardes compartidas en el suelo viendo la televisión o con sus amigos disfrutando de una fiesta de té. Ella veía las veces que por alguna razón lloro, recordó las veces que se durmió en medio de una película. Recuerdo las veces que compartió momentos únicos con las personas que ama, recordó cuando entro allí la primer vez. Cuando trajo el primer adorno para lo que se había convertido en su casa.

Ella recordó un montón de cosas a la vez y los olores quedaron impregnados en la pared y las cortinas que seguían puestas en su lugar. Recordó cuando estuvo en busca de un hogar y está fue su primera opción. Lo emocionada que estaba por abrir el capítulo que hoy se cierra en su libro y tiene que abandonar para avanzar.

Es triste, por algún motivo, ella amo esta casa pero ahora no cumplía con lo que necesitaba para su futuro cercano. Estaba sonriente pero sus ojos mostraban todo lo que su conciencia cargaban.

Sentía que era estar así solo por algo que sucedía todos los días, pero bueno. Tampoco era algo que podía evadir. Se sentía satisfecha con lo que estaba por venir y lo que le estaba a congojando podría irse en cualquier momento. La vida seguía y ella cargando con sus recuerdos estaba sobrellevando la pequeña situación perfectamente, aunque londi podía cuestionar era el estar haciendo la tarea más aburrida del mundo.

¿Cómo decirle que la amo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora