¿Cómo decirle que la amo?

Capitulo 44: "Raro".

Un nuevo día acontece siendo anunciado por los resplandecientes rayos del sol en conjunto con un espléndido cielo despejado, las hojas de los ondeantes por la leve brisa y uno que otro pajarillo volando por los aires regalando su canto por dónde quiera que pase.

A lo mucho era el anunció de un buen día para cualquiera que se tomará el tiempo de apreciar muchos de estos pequeños detalles.

Eran ya pasadas las nueve y media de la mañana y en el interior de aquella cabaña estaba sumido bajo un silencio que solo era acompañado por el sonido de la naturaleza cosa que lo hacía ser un factor excelente para poder conciliar el sueño, algo muy al contrario de la loca noche que habían tenido las cuatro chicas que residían sus últimas horas en la preciosa isla.

Cómo era de esperarse las consecuencias de tomar sin control algunos estaban pasando factura para una castaña que recién despertaba de su sueño.

Pov Jennie

Aún con mis ojos cerrados podía escuchar las olas rompiendo contra la orilla y también el pajarito picando el vidrio de la ventana, era muy tierno al primer día le tome varias fotos y luego le di algunas semillas, me siguió visitando el resto de los días, pero en fin. Sentia el cuerpo pesado y los martillazos en mis sienes producto de un molesto dolor de cabeza me hacía lamentarme haber tomado tanto.

¡Dios! Esto era insufrible y en nada ayuda el ardor que siento en la garganta. Odio las náuseas. Pero eso es lo que me gano por no controlarme, cierto.

Abro mis ojos lentamente y la luz que entra por la ventana me ciega un poco, parpadeo varias veces para acostumbrarme y luego de unos segundos puedo ver el techo de la habitación.

Me siento del asco pero espero que conforme pase el día me mejore. Bostezo un poco mientras me estiro, miro hacia el reloj de la pared y veo que no es tan temprano como pensaba pero es lo suficiente para aprovechar y dormir otro rato más.

Pero rápidamente en cuanto me vuelvo a recostar siento una arcada que me hace levantar de golpe y me dirigí hacia el baño corriendo para terminar vomitando en la vater.

- Juro no tomar más nunca en mi vida- le hable a la nada y como si fuera un mal chiste tuve otra arcada que me hizo devolver el contenido de mi estómago. - Es una promesa.

Alzó un poco la voz, y me para tambaleándome un poco. Me dirigí al lavamanos para enjuagarme la boca y cepillarme los dientes. Grito cuando veo mi propio reflejo, mi cabello parecía un nido de pájaros, peinandolo con mis dedos me lo logré arreglar un poco.

- Necesito una ducha, urgente.- Tomé la pasta de dientes y mi cepillo dental.

Pero mientras me cepillaba los dientes me di cuánta de algo.

¿Llevaba puesta la camisa de Lisa ?

No suelo tomar sus cosas sin permiso o usado algo de ella pues siempre nos prestabamos ropa pero por alguna razón se me pareció extraño y no sabía el que, como si pareciera que estuviera olvidando algo pero tenía la mente en blanco justo ahora no estaba completamente apta como para pensar con claridad.

Cogí agua y me saque la espuma de la boca, poniendo mis manos bajo el chorro del grifo seguido lo lleve a mi cara para lavarla, hice el proceso dis veces más y seguido me ví nuevamente en el espejo.

Me tomé unos segundos para analizar que era eso que de alguna forma me inquietaba. Tirando de rememorar lo que hicimos anoche, el pequeño gabinete detrás del espejo y tome un par analgésicos. Recuerdo el juego nuevo de Jisoo de "verdad o reto ", también las preguntas incómodas y las locuras de Jisoo y Rosé. Luego de tomarme las pastillas abro los ojos cuando un vivido recuerdo llega a mi como un fogonazo.