Días después seguía sin dirigirle la palabra a Mattheo.
Estaba en la biblioteca buscando libros que leer cuando una sombra atrás de mi me hizo girarme.-No sigas ignorandome- pidió deforma sería cruzando los brazos.
-¿Acaso nunca has pedido nada? Así no se piden las cosas Riddle, eres un poco maleducado- dije aprovechándome de la muy divertida situación.
-Pues no, nunca he tenía que pedirle nada a ninguna chica porque hacen lo que sea que les pida- respondió con arrogancia y yo rodé los ojos con molestia.
-Genial por ti, pero yo no soy como esas chicas- dije seriamente agarrando un libro y colocándolo sobre mi mesa.
-Eso ya lo sé- dijo levantando una ceja.
Lo miré a la espera de que dijera algo pero era inútil, desviaba la mirada hacia otro lado y no hacía ni el intento de hablar.
-Si no vas ha decir nada...- dije despidiéndome pasando por su lado pero él me lo impidió.
-Lo siento- susurro de forma que casi no se escuchó.
Lo miré sorprendída y comencé a reír por la ternura que me había causado, él puso cara de fastidio y estaba dispuesto a irse, pero agarré su mano y lo acerqué a mi cuerpo abrazándolo, se quedó un poco sorprendido pero correspondió casi al instante rodeando mi cintura con sus brazos.
-Me gusta el Mattheo tierno y lindo- dije con burla aún en el abrazo y él soltó una leve risa.
-Pues no te acostumbres- dijo con descaro haciéndome rodar los ojos.
-¡No es así!- gritaba frustrado Mattheo y yo le di con un libro en la cabeza -¡Ay!- se quejó sobándose la parte afectada.
-Te digo que si es así, te lo he explicado diez veces Mattheo- dije estresada y él se encogió de hombros.
-No es mi culpa tener a una maestra tan sexy- dijo mirando mi escote y yo me crucé de brazos.
-Mis ojos están arriba Riddle- dije seriamente y el volvió su mirada a mí rostro.
-Muy lindos también- dijo con una sonrisa inocente.
-Ni siquiera se porque lo intento- dije sentandome frente a él.
Estábamos en la sala común, todos estaban en Hogsmade pero Mattheo y yo nos habíamos quedado a estudiar, bueno en realidad yo me quedé para estudiar y el porque según no entiende algo. Pero llevo media hora explicandoselo y no se concentra, ni siquiera lo intenta.
Llevábamos varias semanas bastante unidos, no éramos nada oficial pero actuábamos como si fuéramos novios.
Obviamente todo en secreto, frente a los demás nosotros teníamos una relación de odio e indiferencia. Aunque a veces a don celoso no se le da bien disimular.
El único que lo sabe es Tom y le da bastante igual.Se acercó al sillón donde estaba sentada y se sentó a mi lado, agarró mis piernas y las puso sobre las suyas acariciándolas con tranquilidad.
-Eres linda cuando te enojas- dijo con una sonrisa ladina y mis mejillas se tornaron de un rosado claro destacando en mi pálida piel.
-Gracias...- dije tímidamente.
Se acercó más a mi acercando su rostro al mio, me incorporé acercándome a él y me tomo de la nuca, cuando nuestros labios rozaron y nuestros ojos estaban cerrados alguien entró a la sala común haciendo que nos separaramos rápidamente.
-Soy yo, ahí vienen los demás así que corra el aire- dijo Tom entrando con su típica expresión sin expresión y se sentó a mi lado echando a Mattheo de ese lugar.
El último lo miro con molestia y se sentó en el suelo al otro lado de la mesa, fingiendo estudiar.
-¡Holaa!- grito Blaise al entrar como si hubieran estado fuera diez años.
-¡Hola!- seguí el juego y todos rieron.
Estuvimos toda la tarde hablando y contandonos a Mattheo y a mi lo bien que lo habían pasado.
Vi a Astoria y Draco bastante juntos y cómplices pero decidí no decir nada y hacerme la tonta, aunque Tom me dio un pellizco en el muslo haciendo que nuestras miradas se encontráran haciéndome saber que él también se había dado cuenta.
Ya había pasado el toque de queda y me dirigía hacia la torre de astronomía donde Mattheo y yo nos encontrábamos todas las noches.Nada más pasar la puerta la mano de Mattheo se poso en mi cuello chocandome contra la pared bruscamente, uniendo nuestros labios en un beso desesperado y caliente.
Pronto sus manos se deslizaron a mis muslos subiendo levemente la falda del uniforme, lo justo para acariciarlos a su gusto, agarró mis muslos y de un salto enrollé mis piernas al rededor de su cadera.
Presionó mi cuerpo aún más contra la pared sintiendo lo fría que estaba.
Bajo sus besos a mí cuello y deje salir pequeños jadeos que hacían que él le diera leves apretones a mis muslos, noté como succionaba dejando marcas en mi cuello pero no pensé en
quejarme.Mis manos viajaron hasta el interior de su camisa acariciando su marcado abdomen, el separó sus labios de mi cuello y dejo salir un suspiro sobre mi piel, haciendo que la misma se erizara.
-Cada vez te necesito más, no sé si voy ha aguantar mucho más sin poder tocarte durante todo el día- dijo bajándome al suelo y yo le di un fugaz beso en los labios.
-Sabes que tendríamos problemas- dije con pesar y el tenso su mandíbula haciéndome saber que le molestaba el tema.
-¿Y que pretendes Alexa, que nos escondamos siempre?- preguntó con molestia y yo le di la mano, la cuál apartó al instante.
-No siempre, pero al menos hasta dentro de un tiempo- dije con tranquilidad y el saco un cigarrillo comenzando a fumarselo.
-Cada vez más personas se interesan en ti y los chicos se te acercan todo el rato, no sabes el autocontrol que tengo para no partirles la cara a golpes al ver como te miran, como si tuvieran alguna oportunidad contigo- la molestia se hacía notar en su voz y en como apretaba su mandíbula y sus puños, desviaba la mirada hacia todos lados y pasaba bastantes veces su mano por su cabello.
El tiempo que pasaba con él me había hecho saber cosas de las que no te das cuenta a simple vista.
-Eso no importa si confías en mi- dije sería y él rió de forma seca.
-Confio en tí comadreja, en quien no confío es en ellos- dijo severamente acariciando mi cintura con una de sus manos.
Este es el Mattheo que estoy conociendo, celoso incluso rozando lo toxico, controlador y posesivo, sin mencionar que sus peleas diarias habían aumentado al igual que el alcohol y el tabaco que consumía...
__________________________________
ESTÁS LEYENDO
MI PERDICIÓN || MATTHEO RIDDLE
FanfictionAlexandra Weasley, la primera hija mujer de los Weasley empieza su aventura en Hogwarts sorprendiendo a toda su familia. Siempre pensó que el amor era una perdida de tiempo hasta que en quinto año algo la hizo cambiar de opinión... La llegada de una...