Narra Mattheo
Estábamos en la sala común esperando a que Alexa trajera la comida.
La pelirroja se estaba tardando más de lo normal y eso no me daba buena espina.
Pero al parecer no fui yo el único en notarlo, ya que mi querido hermano estaba constantemente mirando hacia la entrada esperando verla aparecer por ella.Pero no lo hacía. Cuando estuve a punto de levantarme a buscarla un fuerte ruido sonó a las afueras de la sala común haciendo que mis amigos y yo girasemos hacia esa dirección.
—Lexi... —susurró Draco al darse cuenta que todavía no había llegado y salió corriendo por la puerta para mirar que era. Pero, obviamente, todos lo seguimos.
Al salir al pasillo la figura de mi novia allí hizo que mi corazón se estrujara levemente de preocupación.
Se notaba que había estado llorando demasiado, y el fuerte ruido era que acababa de romper una especie de vitrina. Por lo que su mano tenía cortes de los que la sangre salía descontrolada.—¿Por qué has roto la puta vitrina, estás bien? —preguntó Theodore mientras los demás estabamos en shock mirándola
Ella simplemente negó y, para mí desagradable sorpresa, prácticamente se tiró hacia los brazos de mi hermano. Comenzando a llorar contra su pecho.
Apreté mis puños mirando la escena pero lo deje pasar al ver que realmente estaba mal. Tom se tensó ante su contacto pero a los minutos correspondió al “abrazo” acariciando su cabello y espalda.Todos me miraron y yo simplemente sonreí con rabia e incredulidad y me apoye en la pared mirándolos.
Estaba bastante harto de esto, de que mi novia fuese tan “cercana” con mi hermano y que mi hermano le diese a ella un trato especial al resto de seres existentes en el mundo. Es que literalmente si ella le pedía algo sobraban segundos cuando él ya se lo daba, cuando a ella le pasaba algo era el primero en averiguar qué le pasaba, le hacían algo y parecía que es a el al que se lo han hecho porque busca a la persona responsable hasta hacer que se arrepienta. Y para colmo tiene una especie de idioma que solo ellos entienden, se miran y saben cualquier cosa que al otro le pase.
Literalmente parece que es mi hermano quién sale con ella, pero no, SOY YO. Es MI novia, mía, no de él. Siempre he vivido a su sombra y para algo que tengo yo, que solo es mío y de nadie más parece que él esta dispuesto a arruinarlo y llevársela consigo.
—¿Alguien me va a explicar qué pasa? —preguntó Draco de mal humor mirando los vidrios rotos por el suelo, pero como no, mi novia no separaba su rostro del cuerpo de mi mellizo
—Creo que sería mejor irnos a dormir y que se explique mañana con mayor tranquilidad —la voz monótona y arisca de Tom se hizo presente al momento y yo solo rodé los ojos
—Que sabrás tú lo que es mejor para ella —la rabia habló por mi y todas las miradas se posaron con reclamo en mi. Así que decidí prender un cigarrillo y llevármelo a los labios
—Deja tus celos y piensa en el porque tu novia acaba de romper una vitrina con su mano, imbécil —su voz contestó de forma hostil y severa.
Sin separar a la pelirroja de él se metió en la sala común y todos empezaron a entrar tras él. Bufé con molestia y mi mirada se dirigió a los cristales del suelo, algunos tenían pequeñas marcas de sangre y otros estaban limpios completamente.
Tiré el cigarrillo apagándolo con mi pie y entre unos minutos después que todos.
Vi que los únicos que faltaban eran Tom y Alexandra y la sangre hirvió por mis venas. Subí con rapidez a la habitación de mi novia y ahí estaba el imbécil sentado en su cama con ella.Demasiado cerca mientras le curaba la mano, aprovechando para agarrarla de ella.
Me acerqué y aparté la mano del azabache de mi novia. Me miró con molestia y sin más se levantó y se fue cerrando la puerta a su paso.
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MI PERDICIÓN || MATTHEO RIDDLE
Fiksi PenggemarAlexandra Weasley, la primera hija mujer de los Weasley empieza su aventura en Hogwarts sorprendiendo a toda su familia. Siempre pensó que el amor era una perdida de tiempo hasta que en quinto año algo la hizo cambiar de opinión... La llegada de una...