Alexandra Weasley, la primera hija mujer de los Weasley empieza su aventura en Hogwarts sorprendiendo a toda su familia. Siempre pensó que el amor era una perdida de tiempo hasta que en quinto año algo la hizo cambiar de opinión... La llegada de una...
El fin del año escolar llegó y junto a el la vuelta a nuestras casas. Daphne me había pedido perdón en varias ocasiones pero yo no quise siquiera escucharla.
Iba con el brazo entrelazado al de Tom camino al expreso que nos llevaría a King’s Cross, le contaba lo poco que quería volver a casa y él me daba la razón diciéndome que él tampoco quería volver a su casa. Draco y Mattheo iban a nuestro lado, el castaño iba mirándonos a su hermano y a mi con rabia mientras Draco llevaba una tonta sonrisa en su rostro.
Llegamos al expreso y nos sentamos juntos en un compartimento vacío. Mientras Draco, Mattheo y yo estuvimos todo el camino hablando Tom se mantenía en silencio leyendo pero de vez en cuando acompañaba la conversación con una risa al escuchar nuestras ocurrencias. El camino se me hizo eterno y terminé dormida sobre las piernas de Draco, al llegar me despertaron y bajamos del expreso, agarramos nuestro equipaje y nos decidimos a despedirnos.
—Te esperamos en casa hija— dijo Narcissa Malfoy llegando junto a su marido.
Le sonreí y le di un abrazo que me correspondió inmediatamente, a Lucius le estreché la mano y él me dio unas palmaditas en la espalda. Por lo que tenía entendido los Malfoy también venían a recoger a los Riddle.
—Os enviaré una carta lo antes posible para hablarlo Cissy— dije sonriendo sinceramente y ella negó lentamente.
—No tienes que avisar, también es tu casa querida— dijo con una sonrisa que siempre tranquilizaba cualquiera de mis problemas.
Me despedí de ellos y fui en busca de mi familia, al llegar los únicos que me esperaban eran los gemelos, los cuales habían dejado Hogwarts hace un tiempo. Me abrazaron y seguimos a mamá pato y sus patitos, una broma que los gemelos y yo teníamos.
La idea era pasar solamente la primera semana en la madriguera y después irme a la mansión Malfoy, le tenía que pedir permiso a mis padres obviamente mintiéndoles, no dejarían que me quedara con los Malfoy jamás. Ya les había mentido con éxito varias veces asi que ni siquiera estaba nerviosa.
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Los días en casa pasaron lentamente, el ambiente estaba algo menos tenso que de costumbre y me dieron el permiso para “irme a pasar el verano con Daphne y Astoria”.
Estaba agarrando el equipaje el cuál ni siquiera deshice de la vuelta de Hogwarts, baje las infernales escaleras y me despedí de los pocos miembros de mi familia que se encontraban en la sala de estar.
Al salir seguí todo recto hasta que vi a Tom a lo lejos, prácticamente corrí hacia él y lo abracé, agarró mi equipaje y con la otra mano agarró mi mano. Nos aparecimos en la entrada de Malfoy Manor y entramos en ella. Una cabellera levemente rizada y castaña apareció en mi vista, Mattheo se quedó estático en el puerta de la cocina mirándome y yo hice lo mismo mirándolo a él. El abrazo y beso en la mejilla de parte de Draco me saco del trance.
