Kim Dan tiene un secreto, uno que podría acabar con su trabajo como fisioterapeuta personal del gran Joo Jaekyung.
¿Qué sucederá cuando el emperador descubra ese secreto?
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...
El señor Joo siguió durmiendo hasta la tarde y aproveché para salir e ir un rato al gimnasio. Volveré rápido.
—¡Dan!
Yoon-gu se acerca con sus brazos abiertos y se detiene a unos pasos. Arruga el rostro y baja los brazos.
—¿Qué ocurre?— pregunto, lo miro con duda y veo al entrenador acercarse junto a Daehyun.
—Jaekyung se tomó muy encerio lo de cuidarte.— Namwook palmea mi hombro y se aleja. —Hueles mucho a él y para ellos es difícil.
—Oh, lo siento.
Eso se debe a que Jaekyung, durante días anteriores, tomó posesión de todos los lugares que eran mío, como lo es el nido. Sus feromonas se encargaron de opacar todo.
—No te preocupes, ¿cómo vas con tu embarazo?— Daehyun golpea el hombro de Yoon-gu y lo hace reaccionar.
—¡Cierto! ¿Cuánto tiempo tienes?
—Bueno.— sonrío emocionado y saco la copia arrugada de mi bolsillo. —Tengo dos meses y aquí se puede ver.— se los muestro y es Namwook el primero en sonreír alegre.
—Me alegro que esten bien, doc. ¿Puedo tomarle una fotografía para mostrarle a mi esposa?— saca el celular y toma la foto antes de que pueda decir algo.
Los demás también se acercan y forman un medio círculo frente a mí. Yoon-gu toma la copia y la mira fijamente, la voltea y la pone al revés.
—No hay nada aquí.
—Tú no sabes nada, claramente se ve aquí.— Daehyun señala una parte, pero no es allí donde está el bebé. Sonrío divertido y veo que comienzan a pelear al señalar diferentes partes.
—Entrenador.— llamo a Namwook y él levanta la mirada del celular. —¿Cómo va todo con la noticia? El señor Joo no se ve nada bien.
Se quita las gafas y las limpia mientras suspira. También se ve cansado. —Nada fácil, no quiere hablar con la prensa y dentro de unos días tenemos una sesión de fotos fuera de la ciudad. Creo que me saldran canas antes de tiempo.
—¿Puedo ayudar en algo? Pensé en dejar el departamento y también...
—No, no, definitivamente no.— niega con sus brazos. Yosep se acerca luego de pelear un poco con los demas.
—Es peligroso que estes solo y Jaekyung lo sabe muy bien.
—Entonces...— juego con mis manos y desvío la mirada. —Podemos decir que tengo pareja y que él sólo me estaba acompañando.
—¡No!
Salto un poco por el grito de todos. Los miro y ellos regresan a lo que hacían, incluso Yoon-gu, quien me devuelve la copia y se va.
—No tienes que hacer nada, doc, sólo quédate en casa.— Namwook vuelve a palmear mi hombro.
—Está bien.— desisto de mis planes.
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