Kim Dan tiene un secreto, uno que podría acabar con su trabajo como fisioterapeuta personal del gran Joo Jaekyung.
¿Qué sucederá cuando el emperador descubra ese secreto?
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Luego de la pelea, Namwook se llevó a Jaekyung para que respondiera las preguntas de los periodistas. Preguntas que no tienen que ver con la pelea.
—Señor Joo, ¿es cierto que la señorita Mi-suk es su Omega?
—La señorita Mi-suk nos dió una nota especial sobre su romance. Uno que lleva meses y hasta nos mostró pruebas de ello.
—¿Quién diablos es Mi-suk?— Jaekyung le pregunta a Namwook, su boca está muy cerca del micrófono y puede escucharse a la perfección. Los periodistas quedan en silencio y dejan de sacar fotografías.
El entrenador se toca la frente y aleja el micrófono de manera disimulada.
—¿Quién es ella?— le pregunto a Daehyun que está a mi lado. Estamos detrás de los periodistas, ambos con nuestras chaquetas del equipo Black.
—La fisioterapeuta de Chan-Yeol.
Bajo la cabeza y dejo de observar al Alfa que ya está con gesto exasperado por tantas preguntas sobre la mujer.
—¿Qué dice sobre las pruebas que ya circulas por las redes?
—¿Y sobre su embarazo?
—¿Alguien quiere preguntar sobre la pelea? ¿Nadie? Bien, entonces eso es todo.
Los murmullos comienzan y levanto la mirada. Jaekyung se levanta y se va dejando a Namwook solo.
—Vamos, doc, Jaekyung está de muy malhumor. Nos iremos primero.— Daehyun señala la salida.
—Está bien.— acomodo mi bolso y lo sigo. No es necesario que me quede a esperarlo y también quiero volver rápido a la casa. Estoy agotado y necesito ducharme.
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—¡Házlo, no me importa lo que ocurra con ella!
Despierto por el grito y me siento en la cama. Me quedé dormido apenas salí de la ducha, el vientre me dolía y tuve que tomar un analgésico que me recomendó el doctor.
La voz proviene de abajo, así que Jaekyung dede seguir despierto. Es de madrugada, ¿con quién está hablando?
—La quiero fuera de mi vida, no me importa quien sea.
Me quedo quieto para evitar hacer algún sonido. ¿Será esa mujer? Decido levantarme para buscar un poco de agua y ver si necesita algo.
—¿Omega dominante? ¿Y a mí eso que? Ni siquiera conozco su rostro.— su mirada se posa en mí en cuento termino de bajar las escaleras. Lo ignoro y voy hasta la cocina.
Me sirvo un vaso de agua y lo tomo todo de una vez. Luego de agarrar coraje me acerco al Alfa que ahora está sentado en el sofá.
