Capítulo Cuatro.

8.4K 824 161
                                    

Dicen que los Omegas pierden la razón cuando entran en celo, hacen de todo para asegurarse de que un Alfa los ayude.

¿Yo también me volveré así? ¿Cómo sabré que ya llegó?

—Ten.— el Alfa me extiende una cajita y la recibo con duda. También con miedo, los juguetes que usa cambian cada vez y nunca repite.
—Es para evitar accidentes.

Abro la cajita y saco el collar negro. Es uno especial para Omegas de clase alta, tienen seguridad digital y mayormente es el Alfa quien registra su propia huella.

—No sé cómo usarlo.— confieso algo avergonzado. No es malo usarlo, pero eso les dirá a los demás que tengo un Alfa.

—Que inútil eres.— me quita el collar y me lo coloca de forma rápida. Se siente apretado y molesta mucho.

—¿Qué huella está registrada?

—La mía, ¿o prefieres la de alguien más?— cruza sus brazos y me mira con enojo.

Desde que supo con certeza que soy un Omega, su comportamiento cambió y es más territorial que antes.
Bajo la cabeza y toco la tela del collar con mis dedos. Nunca pensé en usar uno.

—¿Qué? ¿No te gusta la idea?

—No, no es eso, señor.— levanto la mirada con prisa y la desvío al ver sus ojos fijos en mí.
—Sólo estoy avergonzado.

Sonríe y sin decir nada va hasta el sofá. Aún falta para que empiece su rut, debería ir preparándome para evitar el dolor.

—Kim Dan.— llama en tono bajo, casi amenazante.
—¿A dónde vas?

—Mi habitación, yo quiero preparar...

—Ven aquí.— palmea sus muslos y siento mi cara arder completamente.
—Yo lo haré.

Voy hasta él y me siento mirándolo de frente. Su aroma se vuelve intenso y me acerco más a su cuerpo.
Sólo es porque mi celo también está por comenzar, no tiene nada que ver con el hecho de que me guste su aroma y el calor que desprende.
Joo Jaekyung es un Alfa dominante que a cualquier Omega le gustaría tener.

Ante ese pensamiento, mi boca se mueve con disgusto.

—Estás distraído, doc, y desprendes un aroma muy dulce. ¿Por qué lo tenías tan celosamente guardado?— su nariz roza mi cuello y gimo al sentir que pasa la lengua por mi piel.
—Los Omegas son tan lujuriosos, un par de toques y ya estás todo mojado.

Niego ante lo que dice y él sonríe para luego bajar mi pantalón junto a la ropa interior. Sus dedos pasan por mi entrada y presionan un poco, logrando que un líquido baje por mis muslos.

—Mira.— levanta la mano y me enseña sus dedos mojados.
—Felicidades, Kim Dan, oficialmente eres un Omega.— ríe ante mi cara avergonzada y luego su expresión cambia a una sería.
—Mi Omega, mantén eso en tu cabeza.

Asiento sin más y muerdo mi labio inferior al sentir sus dedos volver a presionar mi entrada. El calor se acumula en esa zona y la picazón es insoportable.
Quiero tocarme, pero Jaekyung mantiene mis manos juntas en mi espalda.

—Suéltame, por favor...— pido en un susurro, muevo la cadera y froto mi pene con el suyo, que aún permanece dentro del pantalón.
—Uhh...— sorbo mi nariz y retengo las lágrimas que amenazan con salir.

Pasar mi primer celo con él no fue buena idea. Me arrepentiré mucho por esto.

—Tranquilo, no llores.— suelta mis manos y saca sus dedos, dejando una sensación de vacío que me hace jadear por más.

Mi Secreto. (Jinx- JaekyungxKimDan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora