Capítulo Dieciséis.

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Me levanto por tercera vez y trato de no hacer tanto ruido para no despertar a Jaekyung. Su sueño se ha vuelto más ligero estos días.

Ya cumplí las siete semanas y las náuseas aún siguen, no puedo comer nada que tenga algún aroma fuerte y las feromonas de los demás también me provocan asco. En el gimnasio trato de mantener la distancia con los chicos, aunque se complica debido a su entusiasmo.

—Tienes que aceptar algo, cachorro, no podemos estar sin comer.— acaricio mi vientre, que permanece algo plano.
Miro la hora y el número tres me parece demasiado grande.

—Kim Dan.— Jaekyung golpea la puerta de forma calmada. Nada comparado a la noche que se enteró que no podía entrar aquí.

Me levanto del nido y me sostengo del mueble más cercano. Tengo que decirle al doctor Park sobre los mareos.

—¿Qué necesita, señor?— pregunto con la puerta apenas abierta. Su ceño está arrugado y parece de malas.
Empuja la puerta y me agarra para cargarme en su hombro teniendo cuidado con mi estómago.
—¡Oiga! No puede entrar.

—No lo haré, te dejaré ese secreto por ahora.— cierra la puerta y da media vuelta para dirigirse a su habitación.
—Tus pasos son muy molestos. Mañana tienes cita con ese doctor y no me dejas dormir.

Me deja sobre la cama y lo miro con sospecha.
¿Ya sabe lo que oculto?

—Deja de verme así, no puedo hacerte nada y sigues provocándome.— se acuesta a mi lado y coloca una mano en mi pecho para tirarme hacia atrás.

—Yo no hago eso...— quito su mano e intento levantarme, pero él me abraza con fuerza y me impide mover. Sus feromonas me rodean al instante.
—Quiero mi manta.

—¿Para qué? Sólo es una manta. Cierra los ojos y duérmete.

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—Señor Kim, ¿está comiendo adecuadamente?— el doctor Park me mira y levanta ambas cejas. Sus ojos tratan de no desviarse al gran Alfa detrás mío, pero es imposible.
—¿Usted es el padre del bebé? ¿Ha notado algún cambio en él?

Jaekyung no dice nada y bajo la cabeza.
Más allá de estar en la misma casa, la comunicación y el tiempo que pasamos juntos es escaso. El señor Joo volvió a su adicción por el entrenamiento y yo prefiero quedarme en el departamento cuando no es necesario mi trabajo.

—Las comidas me dan asco y lo que intento comer termina en el inodoro.— explico, levantando la cabeza y mirando al doctor. Él asiente y anota en su computadora.
—Mis mareos aumentaron también.

—Eso es normal, más ahora que no está comiendo lo que necesita. Le daré una dieta, quizás así logre ingerir los nutrientes que le hacen falta sin vomitarlos. Trate de usar ropa holgada y practique algún ejercicio relajante, como el nado, a muchos Omegas les funcionó para mantenerse frescos y relajados.

—Está bien.— recuerdo la gran piscina y lo que hemos hecho en ella. Mi cara se calienta y doy una palmaditas en mi mejilla.
—¿Cuándo empezará a crecer?

—Mayormente comienza a notarse después de los dos meses, tu cuerpo es pequeño, así que tu pancita no será muy grande. Hay que tener en cuenta el género del bebé también.— continúa escribiendo. Cuando termina me entiende un papel y me señala con su bolígrafo.
—Prueba esas comidas, si rechazas alguna puedes tacharla y lo veremos cuando regreses dentro de dos semanas. Recuerde cuidarse, nada de golpes, nada de problemas y si es posible quédese en su casa hasta que pase los dos meses y medio. Su embarazo es delicado y si no tiene cuidado, no sólo el bebé puede morir. ¿Entiende?

Mi Secreto. (Jinx- JaekyungxKimDan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora