Capítulo Cuarenta y Ocho.

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—Es tan bonito.— Daehyun extiende los brazos y me quita al bebé con cuidado.

Arrugo el ceño y miro cada uno de sus movimientos. Yoon-gu, que está a su lado, se pone a hacer caras. Mi cuerpo se relaja un poco, pero sigo estando alerta.

—Es igual a Jaekyung, tenemos al próximo emperador...

—U otro médico.— Daehyun lo interrumpe y ambos se miran con desafío.
—Yo digo que se parece a Dan.

Es el primero en decirlo, Hana y hasta las enfermeras dijeron que se parece a Jaekyung.
Ambos Alfas se ponen a pelear y me levanto para agarrar a Jae-Hwan de nuevo, lo acuno entre mis brazos y sonrío al ver sus muecas.

—¿Está llorando?— Yoon-gu se coloca detrás mío y mira al bebé con grandes ojos. Daehyun se coloca en frente y toca la manito que sobresale de la manta.

—¿Qué están haciendo?

La puerta da un golpe al cerrarse. Ambos Alfas se tensan y se alejan de un salto.
Jaekyung los mira sin expresión y con sólo señalar la puerta, los dos se van corriendo.

—¿Ya es hora?— acomodo la manta y giro para buscar mi bolso.

—Sí, vamos.— Jaekyung se acerca y sostiene ambos bolsos con una mano.

Hoy regresamos a casa, estos días en los que estuvimos aquí se pasaron rápido y más con las visitas que venían a saludar. Hajun fue uno de los más constantes, ese chico se autoproclamó mi amigo.

—Saldremos por la puerta trasera, el auto ya está listo.— subimos al ascensor y respiro profundo para calmarme.

Tanto Jaekyung como Jung-ho están en la mira de los periodistas, ya que ambos se retiraron de las peleas por un tiempo. Jaekyung debido a su hombro, pero Jung-ho dijo que lo hará por tiempo indefinido y no aclaró nada más. Sus fans están disgustados y culpan a Hajun.

Llegamos a la salida y subimos al coche con rapidez. Jae-Hwan comienza a quejarse y le hablo para que se tranquilice.
Observo a Jaekyung desde atrás y suspiro al notar sus hombros tensos.

¿Nuestra relación sigue igual?
No sabría contestar esa pregunta, estos días Jaekyung se ha comportado tranquilo. Sus muestras de afecto avanzan de a poco, aunque parece reacio a comenzarlas.
No insistí con el tema del bebé, lo haré cuando estemos en casa.

—Hana terminó de acomodar la habitación del bebé, también se encargó de elegir el color de las paredes...

—Señor Joo.— lo interrumpo mientras me acomodo mejor sobre el asiento.
—Compartiré habitación con Jae-Hwan por ahora.

Puedo ver cómo aprieta el volante con fuerza y no dice nada por unos segundos. Estoy seguro que tiene el ceño arrugado al máximo.

—De acuerdo.— su tono sale forzado.

Ambos nos quedamos en silencio hasta llegar a la casa. Cuando entramos, Hana nos recibe con una sonrisa y me sigue hasta el cuarto del bebé.

—Espero le guste el color, señor Kim.— Hana abre la puerta y miro el interior con grandes ojos. El color azul queda perfecto y ni hablar de la decoración. Hay muñecos por todas partes, hasta el hamster que me regaló Jaekyung.

—Quedó hermoso.— me acerco a la cama y miro la cuna que está al lado.
—Gracias, Hana.

—El señor Joo dijo que la cama debía estar junto a la cuna.— se coloca a mi lado y la señala.
—Deje al niño allí y vaya a tomar una ducha, yo lo cuidaré.

—¿Segura?— con cierta duda dejo a Jae-Hwan en la cuna y retiro la manta para que esté más cómodo. Él se queja y su carita se arruga para luego comenzar a llorar.

Mi Secreto. (Jinx- JaekyungxKimDan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora