Mi Secreto. (Jinx- JaekyungxKimDan)

Capítulo Cuarenta y Dos.

Abro los ojos y parpadeo con molestia ante la intensa luz. Me siento sobre aquella cama y miro alrededor, estoy en una habitación de hospital. Me quedo quieto por un momento sin saber que hacer, mi mente está nublada y un vacío se extiende por mi pecho.

Me levanto y salgo de la habitación, voy hacia la sala a paso lento. Todo mi cuerpo pesa, mi cabeza palpita y aprieto los puños.

Debo haberme desmayado, ¿cuánto tiempo pasó?

—¿Aún sigue adentro?

Namwook está junto a Yosep, también está Jung-ho y su pareja. 

—El doctor dijo que se complicó un poco, hay que estar calmado y confiar en ellos.

Paso a un lado lado del Omega, ignorando su insistente mirada. Jung-ho se interpone y coloca una mano en mi hombro. Parpadeo lento y veo la mano dar unas palmadas.

—Lo siento...

—¿Por qué?— retiro la mano y volteo a ver a Namwook.
—¿Qué sucedió?

Ambos entrenadores me miran con sorpresa, espero paciente a que alguno hable. Yosep mueve la boca, pero ninguna palabra sale.
Namwook suspira y me lleva hacia los bancos, me hace sentar y mueve las manos.

—Primero, tienes que tranquilizarte...

—Lo estoy.— cruzo los brazos y lo miro fijamente. Él traga saliva y mira a Yosep.
—¿Cómo está Kim Dan?

—Jaekyung...

La voz de Namwook es interrumpida por un agudo llanto incesante. Mi cabeza duele más y gruño mientras cierro los ojos.

—¡Oh, ya nació!— el Omega de Jung-ho exclama con emoción.
—Felicidades.

—Namwook...— abro los ojos y me levanto. Los tres Alfas tensan sus cuerpo y veo de reojo como Jung-ho oculta al Omega detrás suyo.

Las puertas de la sala se abren y el doctor Park sale con la bata puesta, lleva un cubrebocas y se retira el gorro mientras se acerca.
Mi cuerpo se niega a mover y veo atento como se retira el cubrebocas. No hay nada que me indique lo que está pasando.

—El señor Kim es un Omega recesivo, su cuerpo de por sí es débil y sumado el embarazo, se volvió alguien muy delicado. El que haya llegado a este punto, se puede decir que es un milagro. Su edad también es un factor a tener en cuenta...

—¿Cómo está Kim Dan?— interrumpo, mi voz sale lenta y algo rasposa. El doctor suspira cansado, baja cabeza y mi respiración se corta por un momento.

—Tuvimos problemas con el bebé en cuanto lo sacamos, es pequeño aún, por lo que permanecerá en una cámara especial hasta que...— corta sus palabras al ver que me acerco a él. Namwook se interpone y pide que diga algo sobre el Omega.

Estoy a punto de perder el control. Mis manos tiemblan y antes de poder decir algo, dos enfermeras salen de la sala llevando una pequeña incubadora. El bebé allí dentro mueve sus manos y llora sin descanso.
Aprieto los dientes y gruño, sólo verlo me hace sentir enfermo.

—El pequeño es un dominante y necesita las feromonas de su padre para estabilizarse...

—¡¿Cómo está Kim Dan?!— mi grito hace saltar a todos allí. Avanzo con intención de entrar a la sala, pero alguien más me agarra.
—No me importa ese niño, sólo díganme cómo está él.

—Señor Joo, debe calmarse y tener paciencia. El parto fue largo y complicado, el señor Kim perdió bastante sangre y su cuerpo no soportó...

Mi estómago se revuelve y el dolor de cabeza aumenta. Me tambaleo hacia un lado, Namwook me ayuda a permanecer de pie.