Capítulo Veintinueve.

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Cierro la puerta con cuidado y suspiro al ver que Jaekyung sigue durmiendo. El entrenador Namwook llegó luego de unos minutos de su llamada y no pudo moverlo. Su fiebre era alta y tuve que quedarme a su lado para asegurarme de que estuviese bien.

Cuando se hizo la tarde, lo dejé durmiendo y me fui a mi trabajo. Ahora que regreso, no sé que hacer con él.

-Señor Joo, despierte, ya debe volver a su casa.- muevo con suavidad su hombro y él arruga el ceño antes de darse la vuelta y seguir durmiendo.
No comió nada en todo el día tampoco, ¿que debería hacer?

Voy hasta la cocina y sirvo un vaso con agua. Regreso a su lado y mi mano tiembla, dudando en su hacer aquello.

-Lo siento.- susurro y tiro el líquido en su rostro. Él se levanta de un salto y me mira con enfado, sus ojos están de diferente color.

-¿Qué mierda te sucede?- levanta su camisa y se limpia el rostro. Luego observa el cuarto y suspira con pesadez.

No creo que haya venido aquí estando consciente.

-Debe volver a su departamento.- aparto la mirada, ignorando el dolor en mi pecho.
-Tomó un supresor y el efecto fue demasiado, le dió fiebre y al parecer su lado Alfa tuvo el control.- comienzo a sacar la manta que se mojo un poco.

-Fui consciente de todo.

Lo miro con rapidez y abro grande los ojos. Él termina por quitarse la camisa y me la avienta a la cara.

-Me quedaré hasta que eso esté limpio.- dice para luego dar media vuelta e ir hacia la cocina. Abre el refrigerador y voltea a verme con una ceja levantada.
-No puedes comer dulces.

-No lo hago...- susurro, aunque durante la noche cuando no puedo dormir, esos dulces ayudan.
-Señor Joo, no puede quedarse...

-Kim Dan.- su tono es de advertencia, da unos pasos hacia mí y se agacha un poco al tenerme frente. Su aroma me rodea por completo y suspiro satisfecho.
La punta de su nariz roza mi mejilla y acerca sus labios, pero antes de que pueda besarme, me aparto y cubro mi boca.

-No... No volveré a caer.

-Namwook me obligó a ir al gimnasio sólo por la mañana, no puedo poner un pie en mi propio gimnasio cuando quiera porque los demás son unos débiles. El nuevo me hace doler la cabeza de tanto hablar idioteces.- agarra mis mejillas y las aprieta hasta lograr que mi labio inferior quede abultado.
-El Omega que es mi pareja, se escapó. Tuve que tomar ese supresor para no volverme loco, ¿entiendes?

No escapé, dejé una nota con mi despedida.
Asiento como puedo y agarro su muñeca para que suelte el agarre, no lo hace, en cambio recorre mi rostro con sus ojos y sonríe con calma antes de acercarse y posar sus labios sobre los míos.

-Mmm...- cierro los ojos y lo abrazo por el cuello para atraerlo más hacia mí.

-¿Por qué insistes tanto en la marca?- pregunta cuando se separa. Su mano se mantiene firme en mi espalda, haciendo difícil que pueda apartarme.
-Eso sólo te ataría más a mí.

-No-No los sé, es algo que quiero.- mis ojos se llenan de lágrimas al escucharlo.
-A mí me gusta, mucho, yo... Yo te...- me quedo sin voz y aparto el rostro bruscamente.
Esas palabras no puedo decirlas ahora.

-No somos destinados, Kim Dan.

-Lo sé.- empujo su pecho y doy unos pasos hacia atrás. Choco contra la cama y me siento mientras cubro mi rostro.

Entonces, ¿no quiere marcarme porque lo hará con su pareja?
Muerdo mi labio inferior con fuerza para retener el llanto, pero es inútil. Mi corazón se rompe una vez más y no quiero que él me vea así.

Mi Secreto. (Jinx- JaekyungxKimDan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora