Capítulo Cincuenta.

5.2K 510 25
                                    

Estiro la mano para tocar el lugar a mi lado y abro los ojos de golpe al no sentir a nadie. Me levanto de un salto y cuando abro la puerta de la habitación, unos brazos me rodean y me levantan.

—¿A dónde vas?— Jaekyung se adentra a la habitación y me deja sobre la cama.

—El bebé no está.— aparto sus manos y quiero levantarme, pero él lo impide.
—Déjame.

—El cachorro está bien, Hana cambió su pañal y ahora lo está cuidando.— me quita el suéter y quedo sólo en pijama. Vuelve a levantarme y se adentra al cuarto de baño.
—Tiene hambre y te está esperando, pero puedes ir con él después de lavarte los dientes y la cara.

Lo miro a través del espejo con las mejillas ardiendo y resoplo con molestia. Hago lo dicho con prisa mientras él me mira atento.
Cuando término de secar mi rostro, volteo a verlo y señalo la puerta.

—¿Puede salir?

Mira a un lado y termina por asentir. Sale y cierra la puerta.
—No parece estar incómodo ni nada.— murmuro, recordando las palabras dichas.
Termino de orinar y lavo mis manos antes de salir. Jaekyung me espera apoyado a un lado.

—Oye, Kim Dan.— se me acerca y me acorrala contra la pared. Una de sus piernas se mete entre las mías y su nariz acaricia mi cuello de forma delicada.
No le presté atención antes, pero la habitación apesta a él. Sus feromonas abarcan todo.

—Um...— muerdo mi labio inferior al sentir sus dientes en la marca. No podemos tener sexo por ahora, el doctor Park fue muy insistente en ese tema y nos dijo que debemos esperar al menos unas cuatro semanas.

¿Hace cuánto no lo hacemos?

—Jaekyung, no podemos.— empujo sus hombros y retengo mis ganas de decirle que continúe.
—Tengo que ir con el bebé.

Su muslo se mueve y frota mi pene, lo que provoca que mis piernas tiemblen y deje salir un bajo gemido. Muerde sobre la marca otra vez y se aleja.

—¿No quieres?— su tono lleno de deseo provoca que un escalofrío me recorra.

—No, no podemos.— lo empujo y acomodo mi ropa antes de salir corriendo de la habitación.

Al estar en las escaleras escucho el llanto de Jae-Hwan y me apresuro a buscarlo. Hana me mira y saluda antes de levantarse y dejarme al bebé en brazos.

—El desayuno está listo, señor Kim.— se inclina y va hacia la cocina.

Suspiro y me siento en el sofá, levanto mi camisa y quito la almohadilla. Jae-Hwan se prende desesperado y acomodo su cuerpo para poder relajarme contra el respaldo.

—Ven a desayunar.— Jaekyung baja las escaleras y me mira desde allí.

—Lo haré después.— regreso la vista al bebé y acomodo su gorrito.
—Come despacio, Jae-Hwan, no iré a ninguna parte.— sonrío con diversión y él abre sus ojitos para verme fijamente.

Estoy concentrado en el bebé, por lo que no veo lo que hace Jaekyung hasta sentir que me levanta. Jadeo con sorpresa y lo miro enojado.

—¿Qué hace?

—Tienes que desayunar, puedes hacerlo mientras lo alimentas.— me deja sobre la silla y él se sienta a mi lado.
—Te ayudaré.

Abro grande los ojos y lo miro sin poder creer lo que dice. Sin embargo, va en serio porque agarra un trozo del panqué y lo lleva hasta mi boca.
Aunque esté sorprendido, no digo nada y dejo que siga.
¿No es esto lo que queria? ¿Cómo puedo negarme?

Cierro los ojos, complacido por su atención. Él no dice nada, pero puedo sentir la satisfacción y felicidad a través del lazo.

—Señor Joo.— Hana aparece.
—¿Qué debo hacer con ese hombre?

Mi Secreto. (Jinx- JaekyungxKimDan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora