Mi Secreto. (Jinx- JaekyungxKimDan)

Capítulo Cincuenta y Dos.

—Adiós, doc, espero que puedas volver al trabajo pronto.— Namwook sonríe nervioso.
—Ji-hu quiere renunciar.

—No lo presiones, volverá cuando esté listo.— la esposa del entrenador lo empuja hasta la entrada principal. Los niños la siguen y salen riendo.

—Gracias por la visita, le diré a Jaekyung sobre lo que hablamos.

Ambos voltean y saludan alegres. Se retiran y Hana se acerca para ayudarme a limpiar todo. Sus movimientos son lentos y nerviosos.

—El señor Joo llamó, dijo que no regresará hasta el lunes.— habla, pero no gira a verme.

—¿Cuándo? ¿Te llamó a ti?— continúo recogiendo algunas cosas, tratando inútilmente de parecer tranquilo. ¿Fue capaz de llamarla a ella antes que a mí?

Detengo mis movimientos ante el repentino mareo, mi cuerpo se tambalea y caigo al suelo. La marca en mi nuca arde y llevo una mano para cubrir la zona.

—¿Está bien, señor Kim?— Hana agarra mi brazo y me ayuda a levantar.

Una sensación extraña se instala en mi pecho y las emociones se mezclan. No son mías, esa frustración y molestia, definitivamente no son mías.

—Estoy bien.— libero su agarre con cuidado y voy hasta donde se encuentra Jae-Hwan. Acaricio su carita y sonrío al ver sus muecas. Está dormido y ya lo alimenté.
—Volveré rápido, lo prometo.— beso su frente y giro a ver a Hana.

—Lo cuidaré, no se preocupe.— sonríe con suavidad y señala la puerta con su cabeza.
—Vaya, lo llamaré si no puedo controlarlo.

—Gracias, Hana.— dejo otro beso en Jae-Hwan y busco mi abrigo antes de salir.

Tomaré un taxi al lugar donde no he querido volver.

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Bajo el celular de mi oreja y respiro profundo. Aún recuerdo la primera vez que estuve aquí, el amante del señor Joo causó un gran alboroto.

—La puerta está cerrada.— suspiro y levanto la mano para abrirla. Estoy temblando y la idea de encontrar a alguien más allí dentro con él me tiene aterrado.

Soy su Omega, tengo su marca. Sin embargo, me siento muy inseguro. ¿Por qué no me dijo?
Al menos debió avisarme que su rut llegó.

Intento abrir la puerta, pero está cerrada con seguro. Mi corazón se acelera y muerdo mi labio inferior con fuerza.
—¡Señor Joo!— golpeo y sólo recibo silencio. Está ahí dentro, lo sé. ¿Por qué no contesta?
—¡Jaekyung!

Un golpe fuerte se escucha y doy un paso atrás. Las feromonas se filtran y paso la manga del suéter por mi mejilla.

—Kim Dan.— su voz sale áspera y contenida.
—Regresa, volveré cuando esto termine.

—¿Por qué no me dijiste?— bajo la cabeza y me apoyo contra la puerta.
—Llamaste a Hana...

—Vete.

—Si me voy ahora, entonces creeré que estás con alguien. Por eso no quieres abrir, ¿verdad?— sorbo mi nariz y limpio las demás lágrimas. No obtengo respuesta y aprieto los puños.
—Sólo yo sé dónde está Hajun...