Capítulo Cuarenta y Cinco.

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—Está bien, señor Kim, vaya a su habitación y descanse un poco. Podrá venir a verlo cuando usted quiera y cuando esté más estable, se quedará en su habitación.

Asiento aún preocupado por el pequeño bebé allí acostado. En cuánto entré a la habitación, comenzó a llorar y quejarse, no se calmó hasta después de un rato que volvió a dormirse.

—Volveré.— toco su manito y me inclino para dejar un pequeño beso sobre su cabecita. Me voy antes de no poder hacerlo.

Me quito todo lo que me pusieron para entrar y quedo en la bata de hospital. Respiro profundo y camino hacia la habitación. El señor Joo debe haber vuelto a casa, es lo mejor.

Mi cuerpo entero duele y sólo quiero descansar tranquilo.

—¿Uh?— me detengo en la puerta y veo al Alfa ocupar todo el sofá. Su brazo cae por el costado al igual que una de sus piernas. Me acerco y levanto el celular que está sobre su pecho.
—Tres días...— veo la fecha y estoy por dejar el celular, pero un detalle llama mi atención.

Hay una pestaña de búsqueda abierta. Miro al Alfa y me aseguro de que esté dormido, aprieto en la pestaña y los resultados aparecen de a uno.

Conexión entre Alfa y su cachorro.
¿Por qué se rechaza al bebé?

Dejo salir un largo suspiro y apoyo el celular sobre la mesita más cercana. Voy hasta la cama y retiro mi manta para ponerla sobre el Alfa.

—Es tan injusto.— susurro, regreso a la cama y me siento para esperar a que despierte. Le daré una oportunidad para que me diga cómo se siente, si se niega, entonces no tengo más opción que alejarme.

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Abro los ojos de forma perezosa y bostezo antes de apartar la sabana. Me quedé dormido esperando, debo volver con mi bebé.

—No te muevas tan bruscamente, tu doctor Park ya vino y dijo que debes tener cuidado.

Detengo mis movimientos y levanto la cabeza para ver a Jaekyung. Está a un lado de la ventana, tiene sus brazos cruzados y me mira sin expresión.
Su rostro está lastimado y me molesto conmigo mismo por sentirme preocupado.

—¿Cómo se encuentra?— me acomodo mejor y vuelvo a cubrir mis piernas con la sábana. La pregunta parece descolocarlo, ya que me queda viendo con ambas cejas levantadas.
—Su hombro...

—Estoy bien.— me interrumpe y desvía la mirada hacia la ventana.

No lo está, hace una mueca cada vez que mueve el brazo.
Cierro los ojos y respiro profundo, hablar con él es tan difícil.

—Cuando desperté, no había nadie aquí. Esperé, porque quizás usted había ido a algún lugar.— bajo la cabeza y juego con mis manos.
—Me sentí asustado, ni siquiera mi bebé estaba. Así que salí y los busqué, una enfermera me encontró y me guío hasta él, ella fue quien me dijo que no había recibido bien las feromonas y por eso estaba delicado. También me dijo que usted entró a verlo.

El silencio llena la habitación, levanto la mirada y aprieto los puños.

—¿Por qué no lo quiere? Yo sé que no estuvo mucho tiempo con él durante mi embarazo, pero igual...

—Estuve contigo desde que inició el parto, dormiste por dos días sin dar señales de querer despertar. Me estaba volviendo loco y necesitaba descargar todo esto.— habla sin voltear a verme.
—Mi rechazo hacia ese niño no lo entiendo, sé que no es su culpa.

Mi Secreto. (Jinx- JaekyungxKimDan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora