Capítulo Cuarenta y Uno.

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—Eso es todo, gracias por su trabajo.

Las cámaras se apagan y suspiro agotado por todas estas cosas. Insistieron en hacer una entrevista con ambos antes de la pelea, sólo para promocionar y hacer que las apuestas suban.

—Buen trabajo, Jaekyung, podemos irnos ahora.— Namwook palmea mi espalda y asiento sin interés.

—Oye, ten cuidado.

Freno mis pasos y volteo a ver a la pareja. El Omega luce exaltado y el Alfa, que mostró una actitud altanera frente a las cámaras, lo mira con toda la paciencia del mundo. Algo se explica y el Alfa sonríe como si ya supiera lo que sucede.

Cuando el lazo se forma, los Alfas saben cómo actuar o que decir para manejar a su pareja. No importa lo que pida o haga el Omega, el Alfa siempre tendrá una respuesta o solución.

‘No estás en esa categoría.'

—Ni siquiera tú sabes cómo manejarlo.— murmuro, molesto por aquello.
Kim Dan está lleno de emociones, es complicado descifrar que es lo que quiere o que necesita.

'Sólo es cuestión de tiempo.'

Me despido de Namwook y subo a mi auto. La lluvia es fuerte, lo mejor es quedarnos en el hotel y viajar por la mañana.
Cuando enciendo el coche, mis manos aprietan el volante con fuerza y mi pecho se oprime con dolor ante la necesidad.

'Apresúrate.'

Piso el acelerador e ignoro la mayoría de semáforos en rojos. La inquietud se apodera de mi cuerpo y gruño para recuperar el control. No sería bueno tener un accidente en este momento.

Cuando llego a la casa, bajo del coche apresurado y camino bajo la lluvia hasta entrar. Las luces están apagadas y el aroma dulce está esparcido por todo el lugar. Subo los escaleras y voy directamente a la habitación que será del cachorro.

—¡Jaekyung!

Mi cuerpo se paraliza y observo a Kim Dan moverse con dolor. El aroma dulce se mezcla con la sangre y mis manos comienzan a sudar.

—Ayúdame, me duele...— su llanto se intensifica y reacciono.
Lo cargo en brazos y bajo corriendo hasta la entrada principal.

La lluvia no se detiene y pienso un momento en que hacer, el cielo se ilumina y él se aferra más a mi ropa. Su respiración se vuelve inestable y me apresuro a subirlo al coche.

Sólo debo conducir adecuadamente.

—Yo... Yo tengo miedo.— sus ojos se posan en los míos y aprieto el volante. Acelero, esquivando algunos coches y volviendo a pasar los semáforos.

Se desmaya y logro sujetarlo para que no se golpee. El asiento se moja cada vez más y respiro profundo.
En mi mente sólo está el llegar al hospital.

—Kim Dan, ya estamos llegando.

Freno de forma descuidada y bajo con prisa para ir hacia el otro lado. Me quito la chaqueta y lo envuelvo antes de sacarlo.
Ingreso al hospital corriendo y soy recibido por tres enfermeras. Una de ellas lleva una camilla.

—¡Señor Joo!— el doctor Park se acerca apresurado y señala la camilla.
—Deje al señor Kim allí, deprisa.

Mis brazos se niegan a soltar al Omega, observo su rostro pálido y la ropa toda manchada de sangre.
Esto no es un sueño, es la realidad y el sentimiento es más intenso. El miedo se instala en mi pecho y dudo por un segundo. ¿Es mío o de él?

—¡Jaekyung, reacciona! Hay que llevarlo a la sala de partos o morirá.

Sin mirar al doctor Park, dejo a Kim Dan en la camilla. Las enfermeras retiran la chaqueta y me la entregan para luego llevarse al Omega.

Mi Secreto. (Jinx- JaekyungxKimDan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora