One shots de Timothée Chalamet

Timothée Chalamet

Pedido: ari_909

Tipo: Alto contenido romántico

Este shot está inspirado en la c-drama "Hidden Love" espero que les guste, es una historia de amor que tiene mucho amor y drama.

|TN | 

Recuerdo muy bien la primera vez que vi a Timothée Chalamet, el mejor amigo de mi hermano Xavier. Aquel día, mi vida cambió para siempre, aunque entonces no lo sabía.

Había tenido un día horrible en la escuela. Me inculparon de algo que no hice y citaron a mis padres. Tenía miedo de decirles la verdad, pensando que no me creerían. Solo podía recurrir a Xavier. Subí rápidamente a su dormitorio, esperando encontrarlo solo para contarle mi problema. Abrí la puerta y lo vi.

Su cabello castaño oscuro rizado se movía suavemente, y sus ojos verdes, intensos, parecían ver lo más profundo de mi alma. Sus rasgos bien definidos, como si los dioses mismos lo hubieran esculpido. Me quedé paralizada.

–¿Hermano? –pregunté, tartamudeando, sin poder apartar la mirada.

Timothée se volvió hacia mí, sonriendo con diversión.

–¿Me veo como tu hermano? –preguntó entre risas.

–No... eres mucho más guapo –respondí sin pensar.

En cuanto las palabras salieron de mi boca, sentí cómo el calor subía a mis mejillas. Timothée me miró con una sonrisa divertida, como si el halago de una niña de diez años fuera lo más gracioso que había escuchado.

En ese momento, Xavier entró en la habitación.

–TN, ¿Qué haces aquí? –dijo, con el ceño fruncido.

–Quería hablar contigo –dije rápidamente, intentando ignorar mi vergüenza.

Xavier me presentó a su amigo.

–Este es Timothée. Timmy, esta es mi hermana TN.

Antes de que pudiera decir algo más, Xavier me echó de la habitación.

–No ahora, TN. Estamos ocupados.

Intenté explicarle, pero no me escuchó. Frustrada, me senté en las escaleras, llorando. Mamá me escuchó y asumió que Xavier había sido malo conmigo, así que lo regañó. Todo se volvió un caos, y cuando le pedí a Xavier que fuera a la citación en la escuela, se negó, todavía enojado por el regaño.

Me sentía tan frustrada que me escapé al jardín, dejando que las lágrimas fluyeran. Fue entonces cuando Timothée se acercó, con esa sonrisa suave que nunca olvidaría.

–¿Qué sucede, pequeña? –preguntó, arrodillándose a mi lado.

Le conté todo, y él escuchó sin interrumpir. Finalmente, le supliqué que él fuera a la citación, esperando contra toda esperanza.

–No te preocupes, TN–dijo suavemente–. Yo iré.

No podía creerlo, pero cumplió su promesa. Se hizo pasar por mi tutor y habló con mi profesor, aclarando todo.

Desde ese día, Timothée fue el héroe de mi infancia, el primer amor que nunca pude olvidar.

Los años pasaron, y lo veía seguido, ya que él y Xavier iban a la universidad juntos. Cuando llegó el último año y decidieron vivir en el campus, insistí en ir a ayudar con la mudanza. Mis padres estaban encantados, pero Xavier solo se quejaba.