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Un bebé no estaba en los planes de ningúno de los dos pero para JiMin deshacerse de la diminuta vida en su interior es algo que no quiere hacer. Aunque lamentablemente llego antes de lo planeado y ciertamente no estaba en la mejor situación por...
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—¿Asi que nunca les dijiste nada?
—No, iba a hacerlo pero siempre surgía algo o simplemente lo olvidaba.
—¿Como olvidas a tus padres?
—No los olvidé pero toda mi atención estaba en JiMin y nuestro cachorro. Y la verdad es que no quería presionar a JiMin con el tema de mis padres, la única vez que intente hablar sobre presentarlos usted recuerda lo que sucedió, todavía tengo mis dudas al respecto pero ellos vendrán y no tengo como ocultar lo que sucede y honestamente tampoco quiero esconder mi relación con JiMin y mucho menos negar a mi cachorro.
—Entiendo la situación, de cualquier forma es algo que no se puede evitar, en algún momento tus padres tendrían que saber sobre tu cachorro y sobre JiMin.
—Lo sé pero aún así la verdad es que no quiero hacer sentir incomodo a JiMin o que vaya a pensar que no me importa su opinión, no sé si me explico. Él se negó totalmente a la idea y me siento un poco acorralado, por un lado estoy muy emocionado por presentar a mi cachorro a mis padres, tengo esta sensación de mi lobo pavoneandose y presumiendo a Byul pero por otro lado JiMin... No sé que reacción pueda tener.
—No te preocupes, yo hablaré con JiMin al respecto, esto es algo que eventualmente iba a pasar y que Byul tiene derecho a conocer a sus abuelos, después de todo son sus únicos abuelos reales y sería muy injusto para Byul privarlo de su familia si esta esta dispuesta para recibirlo. Aún así es bueno que tu también hables con él apenas podamos verlo.
—Ahjussi no diga eso, usted ha sido el padre de JiMin desde que llego a Corea por lo tanto Byul también es su nieto, estoy seguro de que JiMin así lo considera sin importar los lazos sanguíneos.
—Lo sé, a JiMin lo amo como mi hijo y Byul siempre será mi nieto pero de todas formas se que los lazos familiares son muy importantes en los cachorros, Alfas y Omegas comparten esa conexión de sangre que no se puede ocultar y ese pequeño cachorro tiene el derecho a experimentarlos. JiMin no puede enfadarse por eso.
—Solo espero no tirar a la basura lo que hemos avanzado hasta ahora.
—Hasta ahora te has hecho responsable de Byul y estas enmendando tus errores, estas siendo un padre responsable y como padre también puedes tomar algunas decisiones. Ahora deja de mortificarte y ve a ver a tu cachorro.
El Alfa asintió y con renovadas energías se encaminó hasta el pabellón de recién nacidos junto a una enfermera que le indicaría en cuál cuna se encontraba su pequeño cachorrito, entraron después de haberse lavado las manos y la enfermera le señaló una cuna de cristal casi hasta el fondo en donde se podía observar a un bebé aparentemente dormido.
El corazón de YoonGi comenzó a latir con fuerza a medida que se acercaba al igual que su lobo no dejaba de aullar ansioso por sostener a su estrellita en brazos, cuando se acercó a la cuna fue como si un maremoto de emociones encontradas hubiera azotado su estabilidad y cuando el pequeño cachorrito abrió los ojos para mirarlo fijamente las lágrimas se deslizaron como un torrente por sus mejillas. Con cuidado acercó sus manos hasta el diminuto bulto de sábanas que envolvían a su recién nacida estrellita que lo miraba sin mostrar expresión alguna, el Alfa lo acercó a su pecho y cuando volvió a conectar miradas con su cachorro, Byul lo miraba con lo que parecía ser un vago intento de sonrisa, quizá era demasiado pequeño para sonreír pero su lobo lo sintió así.
