↬Capítulo 22↫

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Gotas de sudor caían por su frente y sus ojos se llenaron de lágrimas cargadas de frustración, no estaba sentimental en absoluto... Bueno quizá un poco, pero era por el embarazo, no porque estuviese haciendo berrinche.

Siete días habían pasado desde que Min le propuso arreglar su jardín a cambio de una buena suma de dinero así que después de haber visto muchos tutoriales en Internet sobre como arreglar un jardín, ahí estaba de rodillas sobre la tierra para pasar unas cuantas flores de una maceta a la tierra fresca.

Tenia alrededor de dos horas tratando de trasplantar un mugroso árbolito de flores rojas pero por más que intentaba cavar un agujero más o menos decente y colocar dentro las raíces, estas parecían tener vida propia escurriéndose entre sus dedos constantemente para terminar en una fea enredadera.

Y como si eso fuera poco los enormes guantes de YoonGi se salían de sus manos más veces de las que podría haber contado.

—Debo pensar en el dinero, así podré comprar cositas para mi cachorro. ¡Si puedo!

"Ya no quiero nada."

Seco el sudor de su frente con la manga de su camisa, sus mejillas estaban completamente enrojecidas por el potente sol que azotaba el jardín, los hielos en su termo de agua se habían derretido hace bastante rato y sentía que le daría una insolación pronto.

"Vamos a morir JiMinnie, lo estoy sintiendo."

—Es solo un poco de cansancio.

"Puedo sentir como se me está escapando la vida, ¡oh no! Todo da vueltas, se me cierran las paredes. ¡Siento que no puedo respirar!"

—Ni siquiera hay paredes alrededor, estas siendo demasiado exagerado.

El castaño soltó una risita al sentir como su lobo daba vueltas en su pecho y se dejaba caer dramática y exageradamente incluso mostrando la lengua, la imagen era clara en su mente haciendo que una sonora carcajada saliera de sus labios, amaba tanto a su lado lobuno.

El portón de la entrada principal sonó anunciando que estaba siendo abierto, volvió su rostro hacia la entrada encontrándose con el auto de YoonGi recorriendo el camino hasta la cochera, extrañado por su repentina llegada, JiMin recogió de entre la tierra su teléfono para verificar la hora siendo exactamente las tres de la tarde con veinticuatro minutos.
Normalmente YoonGi no volvía hasta las ocho de la noche incluso había días en los que quizá tenía mucho trabajo y regresaba pasando las once así que verlo allí tan temprano era un poco inusual, el auto avanzó lento hasta detenerse junto a él mientras Min se asomaba por la ventanilla.

—Linda tarde JiMinnie. ¿Como vas con eso?

—Hola. Pues ¿bien? Eso creo.

—Perfecto porque quiero que toda la orilla este lista para antes de las siete, vendrán visitas.

Familia Temporal || YM  Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora