↬Capítulo 47↫

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—YoonGi ya basta, vas a arrancarte las uñas.

—No puedo evitarlo, me siento nervioso.

—Lo más difícil ya ha pasado, solo espera unos cuantos minutos.

—Siento que mi lobo quiere correr hasta JiMin.

—Tranquilo, ahí viene el médico ya.

YoonGi se giró inmediatamente y casi corrió hasta quedar frente al doctor que desde hacía días estaba atendiendo a su luna.

—¿Como estan? ¿Ya puedo pasar a verlos?

—Están muy bien ambos, acabamos de pasarlos al piso de recuperación y ya puedes pasar a verlos.

El pelinegro no espero a escuchar ni una sola palabra más que ya estaba literalmente trotando hasta el área mencionada, sin embargo tuvo que devolverse sobre sus pasos para preguntarle al doctor en que habitación se encontraba su familia.

Mientras YoonGi se perdía con rapidez entre los pasillos, el padre de JiMin y los de YoonGi se aseguraron de preguntar con detalles la situación del Omega.
Las toxinas en la sangre de JiMin habían desaparecido por completo gracias a los medicamentos aplicados junto a transfusión sanguínea de modo que su cuerpo estaba limpio y lo único con lo que debían seguir teniendo cuidado era con la reciente operación del parto además de suministrarle algunas vitaminas para reponer las fuerzas perdidas y aumentar la producción de leche materna.

Por otro lado Byul era un precioso cachorrito de casi cuatro kilos que estaba completamente sano y listo para irse a casa junto a sus padres en los próximos días.

El alivio y la alegría recorrió por fin el agitado corazón de HyunJin al saber a su hijo y nieto por fin fuera de peligro y a pesar de que los padres de YoonGi aún no conocían a JiMin también fue grato para ellos saber que no había más peligro.

Cuando YoonGi encontró el número de la habitación su corazón se aceleró con alegría, podía escuchar la suave voz de JiMin detrás de la puerta y jamás se había sentido tan aliviado, sin esperar más tiempo toco la puerta aunque en realidad ya la estaba abriendo sin esperar alguna respuesta, la imagen que sus ojos lograron captar fue el detonante para que el río de lágrimas que había estado guardando finalmente saliera a relucir.

Y es que para el Alfa la imagen ante sus ojos era como tocar el cielo, recostado sobre la camilla se encontraba su precioso Omega que sostenía a Byul entre sus brazos mientras el pequeño cachorro envuelto en cobijas succionaba con esmero el pecho de su padre para alimentarse.

La escena era simplemente hermosa y fue como un bálsamo calmante para su dolorido y preocupado corazón.

—Hola.

Familia Temporal || YM  Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora