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Un bebé no estaba en los planes de ningúno de los dos pero para JiMin deshacerse de la diminuta vida en su interior es algo que no quiere hacer. Aunque lamentablemente llego antes de lo planeado y ciertamente no estaba en la mejor situación por...
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Manzanas con caramelo, manzanas con polvo acidito, cheesecake de manzana, dulces de manzana con chocolate. Todo absolutamente todo olía a manzanas, su boca se hacía agua de solo ver tantas manzanitas flotando a su alrededor, sería todo tan simple como levantar la mano y obtener un pequeño bocado de todos esos manjares deliciosos el problema era que simplemente no podía hacerlo, por más que trató un sin número de veces al parecer solo podía observarlas moverse de un lado a otro burlándose de su deseo por probarlas.
En el momento en que su lobo chilló frustrado fue cuando volvió a la realidad, frotó sus ojos para enfocarse en el reloj del frente y se sorprendió al ver que eran apenas las tres cincuenta de la madrugada. Hizo todo lo posible por volver a dormir porque se sentía bastante cansado el problema era que la incesante necesidad de comer un cheesecake de manzana le estaba volviendo las cosas imposibles, casi sentía que podía saborear el dulce postre entre su boca.
Pasó los diez minutos siguientes tratando de volver a dormir y de olvidar el increíble sabor que tendría el postre pero por supuesto fue imposible de modo que pataleando para liberarse de las sábanas salió de la cama con rumbo a la cocina.
Su ardua búsqueda no logró dar resultados, no habían comprado ni una sola rebanada del postre y tampoco tenían los ingredientes necesarios para preparar uno, así que sin ninguna otra opción viable se vio a sí mismo tocando la puerta del Alfa esperando porque le abriera y rogando porque no lo mandara a dormir de una patada.
Tocó la puerta alrededor de dos minutos sin suerte de ser escuchado, se armo de valor y tentando a su suerte abrió despacio la puerta, camino de puntillas hasta la cama del mayor y se agachó a su lado.
JiMin picó la mejilla del Alfa recibiendo un manotazo inconsciente que indigno a su Omega. Se subió a la cama y dejándose guiar por su lobo se coloco a horcajadas sobre YoonGi aprovechando que estaba durmiendo boca abajo para picar repetidas veces sus costillas.
—Alfa despierta, arriba arriba mi bebé tiene hambre, mucha hambre y yo también.
Entre sueños YoonGi fue capaz de percibir el delicioso aroma de las rosas y leche tibia mucho más cerca de lo que recordaba, él incluso estaba escuchando la suave voz del castaño, sentir el aroma del menor no le extrañaba debido a que había traído consigo quizá una o dos prendas del Omega cuando volvió de su casa y desde que su celo hubo terminado se encontró a sí mismo durmiendo abrazado a dichas ropas pero ¿desde cuando la ropa hablaba como JiMin? O y esa perfecta presión en su espalda que apenas era perceptible se sentía tan bien, si él definitivamente podría dormir así por largas horas.
Se acomodó lo mejor que pudo moviendo su nariz en busca de la suave tela que se había convertido en su sedante personal y estaba a nada de caer profundamente dormido una vez más hasta que sintió a un par de colmillitos clavarse en su nuca.
