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Un bebé no estaba en los planes de ningúno de los dos pero para JiMin deshacerse de la diminuta vida en su interior es algo que no quiere hacer. Aunque lamentablemente llego antes de lo planeado y ciertamente no estaba en la mejor situación por...
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Sus ojos se llenaron de lágrimas y de nuevo las arcadas aparecieron apretando su estómago mientras lo obligaban a vaciar el poco desayuno de ese día. Ya había perdido la cuenta de las veces que le sucedía lo mismo en los últimos dos meses ¿o eran tres?
Bueno daba igual porque por fin después de tanto pensarlo había sacado cita en el consultorio más cercano a su hogar la semana pasada, le habían hecho exámenes de sangre aún a pesar de su miedo a las agujas y después de dos largos días más de espera tendría sus resultados esa tarde.
Se sentía ansioso, muy en el fondo temía que el resultado acabase siendo lo que llevaba pensando durante el último mes, simplemente se negaba a creer en la posibilidad, no podía y no se sentía listo para una responsabilidad tan grande.
Se puso de pie jalando la palanca del retrete y rápidamente fue a los lavabos para enjuagar su boca antes de sacar su ya inseparable cepillo y pasta dental.
—Deberías llamar al Alfa que es responsable de eso.
Las palabras del Omega lo tomaron tan desprevenido que un jadeo asustado escapo de sus labios, se volvió para verlo señalar su abdomen y segundos después el chico se giró para aplicarse más polvo traslúcido. Era muy poco común que alguno de sus compañeros le hablase por voluntad propia, es decir no lo ignoraban si él les preguntaba algo pero normalmente sus conversaciones no iban más allá de un saludo hipócritamente cordial.
—Yo no... No sé.
—Si no sabes quién es podrías tener a quien tú quieras si es eso lo que estás buscando claro. Eres joven y hermoso.
—Si, gracias supongo.
—Como sea, deberías hablar con la jefa antes de que los rumores lleguen hasta ella.
—¿Rumores?
—Todos aquí saben que estas en cinta, si la jefa escucha algo de eso podrías tener problemas, tu trabajo no es precisamente el ideal para alguien en tu condición.
JiMin no supo que responder y prefirió desviar la mirada. El Omega se despidió dándole un par de palmaditas en el hombro y cuando estuvo solo fijo su mirada en el espejo frente a él.
JiMin no era estúpido, él ya tenía la clara sospecha de lo que le estaba pasando sin embargo no había querido pensar demasiado en eso pues aun si las posibilidades eran prácticamente nulas y cualquier con dos ojos de frente se daría cuenta de su estado en su mente seguía existiendo la posibilidad de que su malestar se debiese a otra cosa.
Una infección estomacal por ejemplo... Una infección que ya había durado tres meses, claro.
Inevitablemente pensó en su trabajo.
¿Qué iba a hacer ahora?
Si las pruebas resultaban positivas... Tendría que dejar su trabajo al menos por un tiempo, quizá una incapacidad por su estado sería una solución factible, recordaba haber leído algo de eso cuando firmo el contrato un par de años atrás, quizá si iba con su jefa y le explicaba un poco más cosas podrían llegar a un acuerdo, lo único esperaba era no perder su única fuente de ingresos.
