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Un bebé no estaba en los planes de ningúno de los dos pero para JiMin deshacerse de la diminuta vida en su interior es algo que no quiere hacer. Aunque lamentablemente llego antes de lo planeado y ciertamente no estaba en la mejor situación por...
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—Estas despedido.
Las palabras atravesaron sus oídos de forma abrupta haciéndolo palidecer rápidamente, eso no podía estar pasando tenía que haber escuchado mal, el no podía... No podía perder su trabajo.
Cuando esa mañana llego al restaurante, lo primero que le dijeron era que la jefa lo estaba esperando en su oficina y que quería que fuera de inmediato apenas llegara. Normalmente cuando eso ocurría era porque tendrían algún evento especial y le pediría algún tipo de carta o vino en especifico de modo que por su mente jamás paso algo tan trágico como ser despedido, de ninguna manera podía permitirse algo así mucho menos en esos momentos en los que ya había un pequeño cachorrito que dependía por completo de él.
Conteniendo la respiración y las lágrimas que se le habían acumulado en los ojos, logró responder en tono bajo pero lo suficientemente audible para que la Alfa lograse escucharlo.
—¿Q-qué?
—Lo que escuchas, estas despedido. No puedo tener a un Omega en cinta como Sommelier no es adecuado ni para ti ni para mi principalmente, y yo no voy a arriesgar otra de mis estrellas por tu descuido.
Sus piernas temblaron y su corazón latió con desespero, ella lo sabía. Por mucho que había intentado hacer pasar su pequeña pancita desapercibida cambiando su usual ropa ceñida al cuerpo por algo mucho más suelto tal parecía que no había tenido éxito alguno.
—¿Como es que lo...
—¿Qué si como lo sé? No seas tonto JiMin, tengo ojos y oídos en cada rincón de este lugar. ¿Qué se supone que planeabas hacer, ocultarlo hasta que tu vientre se volviese una enorme pelota y después venir a mi pidiendo una incapacidad?
El silencio del Omega le confirmó a la mayor sus propias palabras, se río con burla mientras lo observaba y cruzo sus piernas sobre la silla giratoria deleitandose en escuchar los débiles sollozos y las palabras entrecortadas del castaño.
—P-pero el contrato habla sobre la incapacidad y yo creí que...
—Claro que hay una incapacidad pero es para los Omegas enlazados no para los que van por ahí abriendo las piernas y quedando en cinta de cualquier Alfa.
—Por favor señora Shin le he trabajado durante años.
—Y te daré una buena gratificación además de tu liquidación y una excelente carta de recomendación ¿qué más quieres?
JiMin bajo la mirada sintiendo como si el mundo se volviese contra él en esos momentos. Cuando puso un pie dentro de la oficina ingenuamente creyó que sería solo para darle algún encargo extra, sin embargo de alguna manera la Alfa ya estaba al tanto de su embarazo y la sorpresa de su llamado fue terrible.
—Se lo ruego por favor mi trabajo es lo único que tengo.
Sus ojos picaban por dejar salir las pesadas lágrimas que estaba conteniendo, no podía perder su trabajo lo único de lo que podía vivir, JiMin estaba tan desesperado que ni siquiera lo pensó cuando se puso de rodillas.
