↬Capítulo 2↫

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Sus mejillas se tornaron rojas como por décima vez en lo que iba del día, los comentarios de su lobo no lo dejaban trabajar tranquilamente y debía tener mucho cuidado al hacer las cosas pues se distraía con facilidad dentro de su mente.

Habían transcurrido al menos tres semanas desde su encuentro con aquel Alfa de la fiesta, recuerda haber sido regañado por su jefa cuando se enteró que hubo abandonado su puesto de trabajo, pero tal parecía que a su lobo lo único que le importaba recordar era el caliente encuentro que habían tenido.

"Oh y recuerdas cuando se hundió tan profundo, sentí que nos llegó hasta el alma."

JiMin rodó los ojos ante ese comentario, prefirió ignorarlo y terminó de revisar la carta de vinos que tenía enfrente.

Su trabajo como sommelier era agotador y estresante pues debía estar totalmente actualizado en cuanto a vinos se refería, debía conocer todos los ingredientes que poseían cada uno de los vinos que manejaba el restaurante en el que trabajaba y estar preparado para responder cualquier pregunta que los comensales pudiesen tener acerca de las bebidas que ofrecía.

Cada noche se organizaba una carta de vinos diferente dependiendo de cuál sería el platillo principal que se serviría durante las horas de servicio que eran su turno, sin mencionar que debía dejar lista la carta de la mañana del siguiente día para que los baristas pudieran ofrecer los vinos debido a que no contaban con un sommelier para el turno matutino.

Era también responsable de que todo en esa área estuviese en orden, servido y con las mejores marcas. Le gustaba su trabajo sin duda, pero su jefa se había vuelto bastante exigente con todos durante los últimos meses, todo a causa de la pérdida de una de sus estrellas por culpa del anterior chef y su negligencia a la hora de cocinar para un importante crítico gastronómico pero parecía haberse ensañado con él comportándose más invasiva que de costumbre acosandole incluso por mensajes de texto.

Organizó la lista de vinos en la computadora una vez más, desde el más suave hasta el más fuerte separandolos igualmente por marcas y tiempos de conservación. Mando a imprimir el diseño listo de la carta casi con los ojos cerrados, se sentía inusualmente cansado y recién eran las cinco de la tarde, todavía debía resistir ocho horas más si quería que le respetarán su día de descanso.

Estiró los brazos y su espalda echando su cabeza hacia atrás mientras daba un largo suspiro, volvió la mirada hasta su vaso lleno de fruta picada que reposaba sobre su escritorio así que enderezandose correctamente sobre la silla tomó el recipiente y se dispuso a disfrutar de su piña y manzana picada.

No iba ni por el tercer bocado de fruta cuando unas horribles nauseas se apoderaron de él, alejo el vaso lo más que podía y cubrió rápidamente sus labios con su mano esperando a que el malestar se fuese, desafortunadamente todo indicaba lo contrario pues apenas miro por medio segundo la fruta las nauseas se intensificaron obligándolo a ponerse de pie rápidamente y correr fuera de su oficina hasta los baños del personal.

Familia Temporal || YM  Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora