35. Rifiutato

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Contuvo un bufido cuando Ángelo le colgó la llamada, dejándolo con la palabra en la boca y una presión en su pecho que le hizo querer estallar de coraje. Caprice llegó a su casa como si nada y para no ser grosero la dejó pasar, supuestamente ella lo visitó por los "apuntes para ponerse al día", pero no le creía en lo absoluto. Aún así se sentía un idiota por no haberse negado antes.

Estaba tenso, lo último que quería era discutir con Ángelo, sin embargo, aquella visita lo tenía ansioso, no le gustaba la idea de tener a su ex en su casa y aún así, le incomodó demasiado que su novio le reclamara algo que escapaba completamente de sus manos.

Con cierto nerviosismo observó a la muchacha frente a él, analizando su presencia de pies a cabeza y mientras más la miraba, se daba cuenta de que no había cambiado en lo absoluto, siempre fue bonita y eso no lo iba a negar, pero creyó que al menos iba a cambiar y mejorar lo que era.

-¿Tienes novia Renzo? -sonrió con sus belfos rosados mientras arreglaba con cuidado la pequeña falda que apenas cubría sus muslos.

-Tengo novio -dijo mientras organizaba la torre de cuadernos y archivadores que contenían todos los temas del semestre estudiantil.

Rio-. Novia...

-No, novio, con la "o" -incluso sin ver el rostro de Caprice directamente, supo que tenía una expresión aterrada.

-Wow... bueno, está bien que busques experimentar, supongo que es divertido.

-No estoy experimentando, tengo una relación estable y completamente oficial.

-¿¡Entonces eres homosexual!?

Internamente deseaba con todas sus fuerzas que la pelirroja deje de interrogarlo-. Solo me gusta mi novio y ya.

-Que desperdicio Renzo.

-¿Perdón? -ahora sí que se molestó, la miró a los ojos con cierta incomodidad.

-Eres demasiado guapo, todo un caballero y con muchas chicas por detrás, ¿Por qué ensuciar tu imagen de esa manera? Cuando estábamos juntos eras distinto.

Con Ángelo no le importaba la imagen, ni el qué dirán, tan solo le importaba hacerlo feliz-. No te entiendo en lo absoluto, yo amo a mi novio.

-Bueno Renzo, solo espero que no te arrepientas de eso...

Dejó el último cuaderno sobre la mesa de centro-. Caprice, te pido que evites acercarte a mi en la escuela a menos que sea para algo realmente importante, estás causando algunos problemas en mi relación.

-¿Tu novio está celoso? -sonrió de manera burlesca-. No te preocupes, lo entiendo, pero tal vez deberías aconsejarle que confíe en ti -dijo mientras comenzaba a guardar los organizadores y cuadernos en su mochila-. Mañana te regresaré los apuntes, trataré de sacar copias de lo más importante para no hacerte esperar.

El pelinegro simplemente asintió, no quería continuar una conversación que solo terminaría dándole problemas, desde que Caprice volvió a su vida solo tuvo conflictos con Ángelo, lo último que quería era discutir con él o saber que se sentía inseguro en la relación.

Pero no iba a negar que a veces su novio era muy irritante para sus oídos, parecía no estar conforme con absolutamente nada y eso le frustraba, porque a veces Ángelo no veía todo el esfuerzo que hacía Lorenzo por entenderlo y hacerle feliz.

-Bien, adiós -la acompañó a la puerta y antes de siquiera pestañear, los labios de la chica se plantaron sobre su mejilla, dejando en claro con ese acto que no tenía ninguna intención de alejarse o cumplir su palabra.

Soltó un suspiro pesado y cerró la puerta una vez la vio irse, ella siempre fue así, le gustaba marcar su territorio y cumplir lo que se proponía, pero no entendía cuál era el propósito de sus actos, ya le había dejado en claro que no la quería cerca, pero la pelirroja seguía igual de inmadura como lo fue hace algunos años.

FENTANILO ; kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora