Caminar siempre fue el mejor remedio para evitar la convivencia con su mente dañina, durante su convivencia en el internado lo hacía por todo el jardín, cancha o incluso en su misma habitación, caminaba en círculos para despejar su mente, se acostumbró a caminar solo, le gustaba.
A veces creía que si el destino decidió eso para su vida, era por algo y lo entendió, porque era de su preferencia caminar por su vida solo que hacerlo con personas que solo interrumpen sus planes, como su familia, casi ya no le afectaba todo lo que vivió por ellos desde los ocho años.
Casi.
Llegó a la dichosa academia, viendo lo grande que era a diferencia suya y que tal vez era mucho más cara que el internado, bueno, al menos no se tenía que preocupar por la economía de su hogar, vivía muy cómodamente con los millones de su padre y no se quejaría de ello.
"ACCADEMIA DI PREPARAZIONE"
Ingresó recibiendo intensas miradas por algunos alumnos de la entrada que se dedicó a ignorar y se concentró más en buscar su casillero correspondiente para guardar lo que no pertenecía a su horario de hoy, cuando lo identificó sacó la llave de su bolsillo y lo abrió, lanzando lo que le pesaba de la mochila.
Apenas cerró la puerta metálica, unos ojos lo observaron a su costado, así que también miró a esa persona, un chico de unos centímetros más alto, algo moreno y de cabello rizado que le sonreía de manera extraña.
-¿Qué me miras?
¡Trató de ser lo más amable posible!
-¿Eres nuevo?
-Si, ¿Por?
-¿Para qué carrera?
-Educación y formación.
-¡Vamos!
¿Podría ser más extraño? Ángelo tan solo se dejó arrastrar por la mano de ese chico, al menos se ahorraría el tedioso trabajo de buscar el aula como un tonto, sin embargo, se sentía algo feliz de conocer nuevas caras, era mil veces mejor que el internado donde no podía salir nunca a menos que sus padres fueran a sacarlo los fines de semana de paseo y como era de esperarse, sus padres jamás llegaron por el.
-¿Cómo te llamas?
-Maurizio Caruso, ¿Podemos ser amigos?
Ángelo rio suavemente, era extraño ser tratado como una persona normal, en Canadá la mayoría de niños lo veían extraño por tres razones; ser una mezcla de asiático, canadiense e italiano, tener un acento muy diferente al de los demás, porque sus padres jamás lo sacaban a pasear y recientemente por ser descubierto consumiendo drogas.
-Claro, pero tienes que invitarme él almuerzo hoy -sonrió ladino.
-¡Bien! Te invitaré todo lo que quieras, vamos a sentarnos juntos.
Había hecho un amigo, no estaba yendo tan mal para ser su primer día, ya tenía con quién almorzar y no pasaría la vergüenza de ser el nuevo y sentarse solo al menos en toda la semana.
Llegaron a la amplia aula, dónde más estudiantes dentro lo barrieron con la mirada y cómo no, si estaba ingresando a la academia a medio año y a mitad de muchos temas por estudiar, no podía pasar desapercibido al ser un nuevo rostro.
-Ángelo, eres muy guapo -dijo Maurizio sentándose a su lado, el mencionado se rio suavemente.
-Tal vez.
-Hoy haré una fiesta, mis padres se fueron a Roma y te exijo que vengas.
-¿Es de las buenas?
-Esa pregunta me ofende -se rio.
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FENTANILO ; kookmin
RomanceDonde Ángelo es adicto a las drogas y encontró a la persona que se convirtió en su codiciada dosis de fentanilo. "Porque el amor no corta las alas" 13.09.23 Actualización cada sábado y domingo No se permiten copias ni adaptaciones