41. Sciocco

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Apenas puso un pie sobre el piso de su habitación, los huesos de sus piernas flaquearon sin control alguno, cayó de rodillas completamente adolorido pero hizo un enorme esfuerzo por ponerse de pie de nuevo y caminar torpemente hacia el baño, teniendo arcadas que ardían en su garganta al igual que en su estómago revuelto.

Las ganas de vomitar se volvieron irresistibles después de haberse llenado de una inmensa ansiedad hace algunas horas, así que sin poder evitarlo, empezó a devolver bilis y ácidos gástricos dentro del inodoro, tosiendo fuertemente para evitar la sensación de ahogo, a pesar de que ya se sentía completamente exhausto.

Después de unos segundos, gateó hasta la tina y abrió el pilón a lo máximo para que el agua empiece a llenarla mientras que él trataba de recuperar sus fuerzas, respirando profundamente en el borde y recostando su cabeza sobre el frío piso de cerámica, estaba tan cansado que sus ojos se cerraron por completo instinto para poder dormir, el cuerpo a pesar de estar quieto y "tranquilo", por dentro se sentía como vivir en un infierno

Le dolía absolutamente todo y ya no podía soportar un minuto más con todo lo que pasaba por su cabeza.

Abrió sus ojos con fuerza e intentó levantarse, la tina ya estaba completamente llena y rebasando, pero el de verdad sentía que su mundo se le venía abajo con un terrible malestar por todos sus músculos, necesitaba esnifar un poco de morfina que era ideal para cuando tenía ese tipo de malestares pero no alcanzaba a llegar a su habitación, y si eso suceda sabía que no tendría nada por dónde buscar, todo lo había consumido.

Se apoyó con las manos en la pared para hacer un esfuerzo por reponerse, sin embargo, apenas logró hacerlo un terrible dolor en el pecho lo hizo jadear con fuerza, le faltaba el aire y su cuerpo estaba sudando con frialdad, sentía su vida entera pasar por sus ojos al darse cuenta que no tenía nada a su alcance para intentar detener el cómo estaba funcionando su cuerpo.

-Ah... -jadeó con dolor, llevando sus manos a su pecho, con la esperanza de que hacer presión le ayudaría a controlar su pulso bajo.

Miró la tina rebasando el agua y con la falsa idea de que ducharse le ayudaría a recuperar sus fuerzas; ingresó. Primero un pie para afirmarse y evitar alguna caída mortal, y después el otro pie, agarrándose con cuidado de las paredes e intentando orientarse a pesar de tener la vista completamente nublada y con la cabeza dormida.

Exhaló profundo, quedándose quieto por algunos segundos hasta que una nueva punzada atacó su corazón con más fuerza, de nuevo dirigió sus manos a su pecho para intentar que aquel terrible dolor se suprima, pero cuando lo hizo, perdió por completo el equilibrio y balance de su cuerpo, cayendo en cuestión de segundos sobre algún borde que golpeó alguna zona de su cabeza.

Sin embargo, al momento de que sus ojos se cerraron y que su cuerpo fue completamente sumergido, dejó de tener aquel terrible malestar en el pecho y por los poros de su piel, podía sentir perfectamente como el agua fría de la tina ingresaba rápidamente, hasta brindarle un sensación de completa relajación, incluso mejor que consumir éxtasis.

Sí, así se sentía morir.

A pesar de haber dejado de sentir aquel dolor, también sentía su mente ponerse completamente en blanco y todos sus sentidos dormirse, era como si estuviera por entrar a un sueño completamente profundo, y a pesar de que la imagen de Lorenzo en su cabeza no le dejaba cerrar los ojos por completo, sus ganas de descansar fueron más grandes, le pidió perdón mentalmente y de pronto, dejó de sentir.



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FENTANILO ; kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora